Todo siempre quisiste saber sobre las infecciones de transmisión sexual

Salud sexual | | Natasha Weiss

Las protagonistas indiscutibles de las clases de educación sexual son las infecciones de transmisión sexual (ITS). 

Sin embargo, a veces estas charlas resultan incómodas, no se fundamentan en datos científicos e incluso acaban siendo perjudiciales, porque dejan a los jóvenes con un montón de preguntas sin responder y poco apoyo. A veces la educación sexual no es suficientemente clara ni aporta información útil para el alumnado. 

Al crecer y empezar a tener experiencias sexuales, muchos siguen arrastrando carencias en sus conocimientos sobre salud sexual.

Hablar de ITS sigue suscitando sentimientos de incomodidad y vergüenza, cuando en realidad es una parte natural de la sexualidad humana. Muchas veces es peor el estigma de las STI que la realidad de tenerlas

Cuanto más normalicemos todo lo relacionado con la salud sexual, mejor será el proceso de toma de decisiones sexuales, independientemente de la edad, el género o las preferencias sexuales de cada cual. 

Una de las mayores herramientas para normalizar las ITS es la educación. Para eso estamos aquí hoy. Hay que hablar de las ITS. Mencionar sin tapujos las más habituales y plantear cualquier duda al respecto. 

¿Son frecuentes las ITS?

Según la  Asociación Estadounidense de Salud Sexual, la mitad de las personas sexualmente activas de los Estados Unidos contraerá una ITS a los 25 años. De los 20 millones de nuevos casos de ITS que se diagnostican en los EE. UU. cada año, alrededor de la mitad son en personas de 15 a 24 años. 

¡Eso es bastante común! Sin dejarse llevar por el miedo, es importante entender qué son las ITS, qué riesgos entrañan, cómo prevenirlas y qué hacer en caso de contagio (¡lo cual es totalmente normal!).

¿Con qué frecuencia debo hacerme pruebas?

La decisión, como con casi todas las cuestiones de salud sexual, es personal. Depende de con quién tengas relaciones sexuales, qué tipo de relaciones sexuales sean, cuántas parejas tengas y cuántas parejas tengan tus parejas.

Por lo general se recomienda hacerse pruebas una vez al año, pero algunas personas lo hacen cada seis meses o más a menudo. Si tienes algún síntoma de ITS, hazte inmediatamente una prueba para prevenir problemas de salud a largo plazo. 

¿Cómo hablo con mi pareja sobre las ITS?

Hablar sobre este tema puede ser angustioso, incómodo y suscitar muchas otras emociones. Sobre todo si tienes o has tenido una ITS. 

Solo tú sabes la mejor manera de contarle a tu nueva pareja (o a tu pareja de siempre) que tienes una ITS. Pero es importante que prime la sinceridad. Puedes plantearle preguntas como «¿cuándo fue la última vez que te hiciste una prueba?» «¿has tenido relaciones sexuales con alguien desde entonces?», «¿qué precauciones tomas?».

Recuerda que las ITS son totalmente normales, y que si tú o tu pareja tenéis una, eso no significa que no podáis tener una vida sexual plena y satisfactoria. 

Repasemos algunas de las ITS más habituales

Virus del papiloma humano (VPH)

¿Alguna vez te han hecho una citología? Cuando te recogen muestras del cuello del útero con un bastoncillo es para comprobar si tienes el VPH, que es la infección sexual más habitual. 

El VPH en realidad incluye a todo un grupo de virus. Hay más de cien cepas diferentes de VPH. Catorce de ellas son potencialmente cancerígenas; es decir, pueden provocar cáncer cervical o genital.

Otras pueden provocar verrugas genitales, que no solo son incómodas sino también muy contagiosas. 

El VPH puede propagarse a través de cualquier tipo de contacto genital o con la piel, no solo con la penetración. Actualmente existe una vacuna para prevenir los VPH que pueden provocar cáncer cervicouterino. Además, la mayoría de los casos de VPH se resuelven por sí solos en un par de años. 

Virus del herpes simple (VHS)

Hay dos cepas de VHS, el VHS-1 (lo que conocemos como calenturas o herpes labial) y el VHS-2, que suele provocar herpes genital. El VHS-1 puede provocar también herpes genital, a través del sexo oral. 

Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor del 67 % de las personas de menos de cincuenta años tienen el VHS-1, mientras que un 13 % tiene el VHS-2. 

Aunque ambos virus son de por vida, la mayoría de las personas son asintomáticas. Una persona asintomática puede transmitir ambas cepas del VHS, pero el riesgo mayor cuando se tienen llagas activas.

Si tienes herpes, ¡no tienes que avergonzarte de ello! Se pueden tratar los brotes con medicamentos y tomar medidas para prevenirlos. 

Gonorrea, clamidia y sífilis

Son las ITS más habituales. A menudo se agrupan porque, aunque las tres se pueden curar con antibióticos, si no se tratan pueden provocar problemas de fertilidad y otros efectos secundarios potencialmente mortales. La gonorrea y la clamidia a menudo se transmiten a la vez. 

Los posibles síntomas de la gonorrea y la clamidia incluyen una secreción amarilla, ganas de orinar frecuentes o micción dolorosa y sangrado vaginal o rectal (fuera del período). La transmisión de la sífilis puede provocar una pequeña úlcera indolora en los genitales, seguida de un sarpullido en las manos y los pies, junto con síntomas similares a los de la gripe.

Es importante tratarse incluso aunque los síntomas se hayan reducido, porque el virus sigue latente en el cuerpo. 

La mayoría de las veces, estas infecciones cursan sin síntomas, por lo que es importante hacerse pruebas con la periodicidad adecuada a la situación. 

VIH/SIDA 

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), es una infección que hace que los glóbulos blancos de una persona ataquen el sistema inmunológico del cuerpo. Sin tratamiento, el VIH puede acabar provocando SIDA, que significa síndrome de la inmunodeficiencia adquirida. En 2018, aproximadamente 37,9 millones de personas tenían VIH/SIDA en todo el mundo. 

El impacto del VIH/SIDA varía enormemente según la asistencia sanitaria a la que tenga acceso el paciente. Gracias a la medicina moderna, muchas personas con VIH viven una vida larga y próspera (y sí, también tienen relaciones sexuales) gracias a medicamentos que mantienen la carga viral baja.

En cuanto a la prevención, los preservativos son muy eficaces para evitar la transmisión del VIH.

Algunas personas no muestran ningún síntoma cuando contraen el virus, pero en ese momento es cuando hay más probabilidades de contagio. Después, presentan síntomas parecidos a los de la gripe, pérdida de peso, diarrea y dificultad para combatir otras infecciones.

Recuerda, las ITS son normales; no debes tener miedo ni avergonzarte. Para normalizar las ITS y la salud sexual, lo importante es potenciar la educación, la concienciación y la comunicación.

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