Cirugía de reconstrucción del seno después de la mastectomía

Salud femenina | | Brenda B. Lennox

Uno de los tratamientos existentes para el cáncer de mama (la neoplasia maligna femenina más frecuente en Occidente) es la mastectomía, una operación quirúrgica consistente en la extirpación total o parcial del seno afectado, cuya extensión dependerá del tamaño del tumor y de la mama, el estadio en el que se encuentre el cáncer, si ha afectado a ganglios linfáticos y el riesgo de cáncer futuro.

La pérdida del seno, sumada a los tratamientos oncológicos previos y los efectos secundarios de la mastectomía, afecta profundamente a muchas mujeres, que acaban sufriendo problemas psicológicos y emocionales como distorsión de la imagen corporal, baja autoestima, ira, impotencia, tristeza, miedo, ansiedad y depresión.

El apoyo psicooncológico (con herramientas como la psicoterapia individual, familiar y de grupo) ayuda a enfrentarse a estas emociones, superarlas y alcanzar la recuperación total, pero no siempre es suficiente, por lo que muchas mujeres solicitan cirugías de reconstrucción del seno para recuperar su autoestima.

Sin embargo, como todo tratamiento, las cirugías de reconstrucción tienen sus pros y sus contras, y es de vital importancia conocer las opciones existentes y todo lo que implica cada una de ellas. Aunque los especialistas (oncólogo y cirujano plástico especializado) explicarán a la paciente las peculiaridades de su caso en concreto, en este artículo hablaremos, a título meramente informativo, de los tipos de cirugías reconstructivas tras una mastectomía, sus características, contraindicaciones y posibles secuelas.

Reconstrucción mamaria inmediata y diferida

Reconstrucción mamaria inmediata

La reconstrucción del seno inmediata es la que se realiza durante la misma intervención en la que se extirpa la mama. Los especialistas consideran que es preferible a la diferida.

De hecho, la mayoría de las mujeres con indicación de mastectomía son candidatas a reconstrucción mamaria inmediata. Disminuye el impacto psicológico y emocional de la mastectomía, se reduce el número de intervenciones quirúrgicas necesarias para completar el tratamiento y el resultado estético suele ser más natural.

Reconstrucción mamaria diferida

La reconstrucción del seno diferida es la que se lleva a cabo un tiempo después de haberse realizado la mastectomía, ya sea porque las mujeres no quisieron o pudieron someterse a la reconstrucción inmediata, ya sea porque era conveniente retrasar la intervención (por motivos médicos como la complejidad de la operación, la calidad del tejido, la edad o la existencia de enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, obesidad, etc.).

Ambos tipos de reconstrucciones mamarias, que están cubiertas por la Sanidad Pública en todas las Comunidades Autónomas de España, pueden realizarse con tejidos autólogos o «colgajos» de la paciente, con implantes o prótesis (rellenas de gel de silicona o de suero salino) o con ambos (tejidos e implantes), dependiendo de diversos factores como el tamaño de los pechos, si es necesario recibir radioterapia adyuvante o si se está embarazada o lactando.

Reconstrucción mamaria autóloga o con colgajo: pros y contras

Ventajas frente a los implantes

Para la reconstrucción mamaria autóloga se utiliza tejido (llamado «colgajo») de otras partes del cuerpo (como abdomen, espalda o muslos) para recrear el volumen, forma y tacto del seno. Esto presenta las ventajas de que los tejidos son más moldeables y la mama queda con un aspecto más natural (en forma y textura), cambia con el cuerpo (aumenta o disminuye con el peso corporal) y no necesita ser reemplazada con el paso del tiempo.

Desventajas frente a los implantes

  • La cirugía es más larga y, en algunos casos, necesita realizarse en dos o tres etapas. En la primera, se coloca un expansor de tejidos (para que vaya creando espacio para el implante de una manera gradual), en la segunda, se completa la reconstrucción de tejidos y en la tercera, se reconstruyen los pezones.
  • La cirugía afecta a dos zonas del cuerpo (pecho y parte de la que se extrae el tejido o colgajo).
  • Quedan cicatrices en el seno reconstruido y en la zona de la que se extrajo el tejido.
  • No se puede extraer tejido del mismo sitio del que se extrajo antes, por lo que si es necesario hacer otra cirugía de retoque o reconstrucción del seno, el cirujano tendrá que obtenerlo de otra parte del cuerpo (lo que aumenta el número de cicatrices y de posibles complicaciones).
  • Además de los riesgos de una mastectomía (dolor, infección, acumulación de líquido, hematomas, intolerancia o reacciones alérgicas a los materiales de sutura, etc.), la reconstrucción mamaria autóloga puede tener otras complicaciones propias como abultamiento, hernia o debilidad muscular en la zona de la que se extrajo el tejido o colgajo y (en casos muy raros) necrosis en esa zona o en el tejido (colgajo) con el que se reconstruyó la mama.
  • Por otro lado, ciertas condiciones médicas y hábitos como enfermedades vasculares, trastornos de coagulación, la diabetes, la obesidad o el tabaquismo pueden elevar el riesgo de complicaciones y dificultar la curación. 

Reconstrucción mamaria con implantes: ventajas y complicaciones

Las principales ventajas frente a la reconstrucción mamaria autóloga son la rapidez de la operación, hospitalización y recuperación, y que al no extraerse tejido de otra parte del cuerpo, no hay riesgo de cicatrices ni complicaciones más que en la mama reconstruida. 

No obstante, las desventajas son más numerosas, ya que, según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), además de las inherentes a toda intervención quirúrgica, en la reconstrucción mamaria con implantes pueden aparecer las siguientes complicaciones:

Disminución de la sensibilidad

A veces, la implantación de una prótesis puede disminuir la sensibilidad de la mama, areola y pezón, hasta el punto de eliminarla; y aunque suele ser un trastorno temporal, puede convertirse en permanente. Por otro lado, puede darse el efecto contrario, un aumento de la sensibilidad de la zona que, en la mayoría de los casos, es temporal.

Cicatrices y pliegues

Las cicatrices en la mama suelen ser menos visibles que las de la reconstrucción autóloga y acaban despigmentándose con el tiempo, pero pueden formarse cicatrices como consecuencia de la reapertura de la herida (dehiscencia) y cicatrices abultadas y engrosadas (hipertrófica o queloidea), con síntomas como enrojecimiento, dolor, picor, tensión y pigmentación, difíciles de tratar. A este riesgo se suma la posibilidad de formación de pliegues o arrugas en la prótesis, que sean visibles o palpables.

Contractura capsular

El cuerpo crea una cápsula alrededor del implante o prótesis (cápsula periprotésica), que por lo general es blanda y no causa molestias; aunque también puede aumentar de grosor y endurecerse, originando una contractura capsular que cause dolor y deforme la prótesis, hasta el punto de requerir tratamiento médico que incluya medicación, ultrasonidos e intervención quirúrgica. 

Además, la contractura capsular puede formar calcificaciones alrededor de la prótesis que lleguen a perforarla, aunque no suele ser un problema habitual.

Duración del implante

Los implantes mamarios no tienen una duración ilimitada, por lo que deberán ser reemplazados tras un periodo de tiempo que, dependiendo de las características de cada persona, puede oscilar entre 15 y 25 años. Además del desgaste, los implantes presentan otros dos inconvenientes: rotura y filtración. 

  • Rotura. La rotura (que puede producirse por diversos factores como desgaste del implante, fabricación deficiente, envejecimiento del material o traumatismo) no solo obligará a su reemplazo por uno nuevo, también puede provocar la filtración de su contenido a tejidos cercanos y lejanos (como los ganglios linfáticos de la axila) que, en el caso del gel de silicona, puede causar reacciones en los tejidos como inflamación, dolor, endurecimiento, granulomas (pequeños bultos) y cambios estéticos en la mama.
  • Filtración. Aunque la calidad actual de los implantes mamarios de silicona reduce notablemente el riesgo, cabe la posibilidad de que minúsculas cantidades de gel se filtren poco a poco (difusión lenta) a tejidos circundantes, provocando síntomas como inflamación y enrojecimiento de la piel, dolor, cansancio, fiebre, inflamación de las articulaciones y siliconomas (abultamientos que requieren cirugía para su extracción).

Necrosis

La necrosis es la muerte del tejido circundante causada por compresión vascular, infección, rotura del implante, reacciones alérgicas y factores individuales (calidad del tejido, tabaquismo, obesidad, diabetes, consumo excesivo de alcohol…) que, dependiendo de su extensión y gravedad, pueden requerir cirugía para eliminar el tejido muerto y extracción del implante.

Galactorrea

La reconstrucción mamaria con implante podría causar galactorrea, es decir, secreción de leche a través del pezón. En los raros casos en que se produce, suele cesar espontáneamente, pero dependiendo de su gravedad, podría requerir medicación, drenaje o extracción del implante.

Linfoma Anaplásico de Células Grandes (LACG) 

El Linfoma Anaplásico de Células Grandes (LACG) asociado a implantes mamarios es un trastorno muy poco frecuente asociado a la cápsula periprotésica que se forma alrededor del implante (tanto de gel de silicona como de suero salino). Aunque el linfoma es un tipo de cáncer que afecta el sistema inmunitario y los ganglios linfáticos, la mayoría de las afectadas pueden tratarse y curarse.

Diagnósticos radiológicos

Los implantes mamarios podrían dificultar el diagnóstico radiológico en la detección del cáncer de mama y hacer necesarias otras pruebas como ecografías, resonancias magnéticas o mamografías. Por otro lado, la prótesis crea dos riesgos añadidos si se somete a la mama a pruebas de detección de cáncer: la piel y tejidos de la mama podrían inflamarse o volverse más firmes y descoloridos, y el implante mamario podría desinflarse.

Contraindicaciones

Se desaconseja la reconstrucción mamaria con implantes a mujeres embarazadas, en periodo de lactancia, con enfermedades autoinmunes/autoinflamatorias o con antecedentes familiares de las mismas.

Espero que este artículo te haya ayudado a despejar tus dudas, pero recuerda que cada caso es único y que solo el oncólogo y el cirujano especializado podrán aconsejarte la opción más beneficiosa para ti. Ánimo, no estás sola.

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