Imprescindibles para madres recientes: ejercicios de Kegel postparto

Embarazo | | Clara De Santiago

Tener un nuevo bebé en casa siempre es motivo de emoción y como madre reciente tu mayor preocupación es asegurarte de que todo esté perfecto para él. No obstante, cuidar de tu salud y bienestar es de igual importancia, ya que el embarazo y el parto tienen un gran impacto sobre tu cuerpo. Comer bien, dormir y controlar tu peso es fundamental para tu recuperación, así como, o incluso más, conseguir que los músculos de tu abdomen recobren su fortaleza previa al nacimiento del bebé –en especial tu suelo pélvico– y la mejor manera de restablecer dicha fortaleza es haciendo ejercicios de Kegel.

Los músculos del suelo pélvico son los responsables de proporcionar soporte a los órganos pélvicos como la vejiga, el útero y los intestinos, además de controlar los esfínteres. Tener los músculos del suelo pélvico débiles y poco tonificados puede provocar incontinencia o incluso prolapso pélvico, cuando los órganos se deslizan dentro de la vagina. Cerca del 40% de las madres recientes dicen tener pérdidas de orina después del parto y la mitad de las mujeres que han tenido hijos experimentarán algún tipo de prolapso pélvico.

El embarazo y el parto: una gran transformación corporal

Tu cuerpo acaba de atravesar por muchos cambios, es imposible que te encuentres en la misma forma que antes. Por suerte, los ejercicios de Kegel son la solución ideal para que te recuperes del embarazo y tomes el control de tu suelo pélvico.

Ligamentos débiles

Las hormonas del embarazo debilitan tus ligamentos y permiten que tu cuerpo se adapte al nuevo bebé. Con el tiempo, esos ligamentos volverán a endurecerse después de la lactancia, pero con frecuencia suelen estirarse excesivamente. La media de aumento de peso durante el embarazo se encuentra alrededor de los 11 a 15 kilos, los cuales ejercen una presión directa sobre los músculos del suelo pélvico, que se estiran y distienden para soportar el peso. Tener unos músculos más fuertes que ayuden a esos ligamentos durante y después del embarazo evitará que sufras de incontinencia o un prolapso cuando seas mayor..

Pequeñas pérdidas

A medida que tu bebé ha ido creciendo ha empujado tus órganos pélvicos, como la vejiga y la uretra, hacia abajo (algo que seguro has comprobado cada vez que tienes que correr al servicio). Después del parto esos órganos regresan a su lugar anterior al embarazo, pero necesitan un poco de ayuda para ello. Durante el parto utilizas los músculos del suelo pélvico para expulsar al bebé hacia fuera. Todo ese esfuerzo ejerce presión sobre tus músculos y hace que éstos se estiren alrededor de unos 10 centímetros para permitir que el cuerpo del bebé pase a través del canal de parto (vagina). Esto debilita los músculos y puede causar problemas de incontinencia.

Cuando empiezas o paras de orinar, los músculos del suelo pélvico están ayudando a abrir y cerrar la uretra y expulsar la orina fuera de la vejiga. Al fortalecerlos con ejercicios de Kegel, puedes reparar el daño causado a tus músculos pélvicos y así evitar que en el futuro tengas que cruzar las piernas al reírte (toser o estornudar).

Una recuperación saludable

Después del parto los músculos del suelo pélvico se debilitan debido al esfuerzo que éste supone, pero los músculos del útero, cuello uterino y vagina a su vez pueden desagarrarse durante el parto. En algunos casos, los médicos realizan un corte en el perineo para facilitar el parto y disminuir la posibilidad de desgarros (lo que se conoce como episiotomía). Para evitar tener problemas de salud a largo plazo, es necesario curar y fortalecer esos músculos. Los ejercicios de Kegel suelen incrementar el riego sanguíneo en la zona y facilitan la recuperación de cualquier desgarro o episiotomías que hayas sufrido durante el parto. Ejercitar la zona también genera flexibilidad en el nuevo tejido y te ayuda a mejorar el dolor o la sensibilidad ocasionada por la cicatrización. Espera a que tu médico te autorice para incorporar un ejercitador de Kegel a tu rutina de ejercicio; es necesario que estés recuperada antes de introducir un cuerpo extraño en la vagina.

Recuperar la intimidad

A la mayoría de las madres recientes les preocupa recuperar su figura y estado físico anterior, lo que contribuye a que se sientan cómodas para volver a tener relaciones sexuales. Además de proporcionar soporte a tus órganos pélvicos, el suelo pélvico también es responsable de la tonicidad de tu vagina. Un suelo pélvico más fortalecido se traduce en una vagina más tonificada, lo que supondrá mejores sensaciones para ti y tu pareja durante las relaciones sexuales, así como orgasmos más frecuentes. En definitiva, una serie de beneficios que te motivarán a seguir realizando tus ejercicios de Kegel.

¿Tendré menos riegos con una cesárea?

En caso de que pienses que un parto por cesárea evita que sufras estos problemas, lamentándolo mucho no es así: el 16% de las madres que han tenido un parto por cesárea también dicen haber experimentado pérdidas orina. La debilidad de los ligamentos y el peso adicional del embarazo es común en todas las mujeres. Si has dado a luz por parto vaginal o por cesárea, fortalecer tu suelo pélvico es absolutamente necesario para tu recuperación después del embarazo y debería formar parte de tu rutina habitual de ejercicio a lo largo de tu vida.

¿Cómo empezar?

Hacer ejercicios de Kegel es una solución sencilla que resuelve determinados problemas muy comunes, pero por desgracia casi el 50% de las mujeres no logran identificar bien los músculos para realizar correctamente una contracción de Kegel, por ello es fundamental que perfecciones tu técnica cuanto antes.

Para asegurarte de que estás utilizando los músculos correctos, introduce un dedo lubricado unos 2 cm. dentro de la vagina. Apoya el dedo contra las paredes internas a la vez que contraes y elevas el ano, la uretra y la vagina para sentir cómo se contraen los músculos de tu suelo pélvico. La sensación debe ser similar a cuando sueltas y detienes el flujo urinario. También puedes pedirle a tu médico que te ayude, así te asegurarás de estar haciendo correctamente los ejercicios.

Existen muchas maneras de hacer los ejercicios de Kegel, pero la mejor forma de comenzar y mantener una rutina de Kegel es con un ejercitador que te guíe a lo largo de una rutina que se adapte a tus necesidades. Podrás seguir tus progresos y te motivará a continuar.

No importa el método que utilices, incorporar los ejercicios de Kegel a tu rutina de ejercicios habitual te brindará beneficios en cualquier momento de tu vida, pero en especial durante la recuperación postparto, sin duda te ayudará a volver a ser la de antes. ¡Empieza ya!

 

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Por favor ten en cuenta que los consejos ofrecidos por Intimina pueden no ser apropiados para tu caso en particular. Consulta siempre con tu médico si tienes preocupaciones específicas relacionadas con tu salud.

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