Cómo prevenir y sobrellevar las pérdidas de orina en invierno

Suelo pélvico | | Brenda B. Lennox

Muchas mujeres se enfrentan cada invierno a un síntoma añadido a la gripe y los resfriados: la incontinencia urinaria y/o fecal al toser o estornudar. ¿Por qué se producen estos escapes de orina y heces? ¿Qué podemos hacer para sobrellevarla? ¿Cómo prevenirla? 

¿Qué es la incontinencia urinaria y fecal de esfuerzo?

La incontinencia urinaria y fecal de esfuerzo son pérdidas de orina y/o materia fecal que se producen cuando hacemos un esfuerzo, tanto voluntario (levantar peso, hacer deporte) como involuntario (toser, estornudar o reír). Su origen es la hipotonía o debilidad del suelo pélvico o perineo, un conjunto de músculos y tejidos conjuntivos, con forma de puente colgante, que se encuentra en la parte inferior de un sistema muscular con forma de corsé llamado faja abdominal o core (núcleo).

Entre las funciones del suelo pélvico se encuentran la contención de los esfínteres para que haya una correcta micción y defecación y el control de las contracciones involuntarias que se producen cuando, por ejemplo, estornudamos o tosemos. Cuando la musculatura y tejidos del suelo pélvico están rígidos o tonificados en exceso, aparece la hipertonía pélvica, un trastorno que provoca dificultad para orinar y defecar, infecciones recurrentes de orina y dispareunia o dolor durante la penetración, , entre otros síntomas. Por el contrario, cuando la musculatura del suelo pélvico está debilitada, surge la hipotonía pélvica, una afección que causa distintos tipos de incontinencia urinaria y fecal, entre las que se encuentra la de esfuerzo. 

Es importante remarcar que el perineo también sostiene la vejiga, el útero, la vagina y el recto, actúa como soporte durante el embarazo, facilita el parto y controla la excitación y la lubricación vaginales, la erección del clítoris y la intensidad de los orgasmos, por lo que su debilidad también causa el prolapso o caída de uno o varios órganos pélvicos (útero, cúpula vaginal, vejiga, uretra, intestino delgado y recto), relaciones sexuales poco placenteras y/o anorgasmia o ausencia de orgasmo.

Factores que debilitan el suelo pélvico

Según el riguroso estudio Trastornos de la contracción de los músculos del piso pélvico femenino, el origen de las disfunciones del suelo pélvico es «multifactorial, con una compleja interacción entre causas orgánicas, neurológicas, musculoesqueléticas, endocrinas, psicológicas y de comportamiento». Es decir, los trastornos del suelo pélvico suelen ser resultado de la combinación de varios factores que se refuerzan entre sí y que, de no ser tratados a tiempo, pueden causar otras afecciones o agravar las existentes. No obstante, estos son los factores más comunes de la debilidad del perineo:

  • Ejercicios hiperpresivos y deportes de impacto. Como vimos en este reportaje sobre el deporte y el suelo pélvico, determinados ejercicios presionan la pelvis y/o los órganos pélvicos, pudiendo causar pérdidas de orina puntuales a corto plazo e hipertonía o hipotonía del suelo pélvico a largo plazo.
  • Sobrepeso y obesidad. El sobrepeso y la obesidad añaden presión sobre los órganos internos, favoreciendo la debilidad de la musculatura del perineo.
  • Tabaco. Fumar daña al suelo pélvico, ya que incrementa la posibilidad de sufrir hipotonía pélvica y cáncer de vejiga.
  • Embarazo. El crecimiento del útero durante el embarazo (sobre todo en el tercer trimestre) presiona la vejiga, pudiendo causar incontinencia urinaria de esfuerzo y de urgencia.
  • Parto. Un parto complicado, el uso de fórceps o una episiotomía (incisión quirúrgica en el perineo) pueden dañar los tejidos y musculatura de este.
  • Menopausia. El descenso de los niveles de estrógenos, característico de esta etapa vital, puede causar el adelgazamiento de las paredes vaginales, una menor elasticidad de estas y la hipotonía o debilidad del perineo.
  • Otros factores. Predisposición genética, diabetes, bronquitis o tos crónica, tumor pélvico, estreñimiento crónico, lesiones en los músculos y/o nervios, cirugías, higiene postural deficiente (en especial, levantar objetos pesados de manera incorrecta), etc.

Soluciones temporales para la incontinencia de esfuerzo

Protégete de la gripe y el resfriado

En este reportaje encontrarás información detallada sobre las causas, síntomas y tratamiento de la gripe y el resfriado, sus diferencias con el COVID 19, remedios caseros efectivos para reducir los síntomas y consejos para prevenirlo.

Controla las pérdidas

Para controlar las pérdidas de orina y heces cuando estornudas o toses, lo primero que debes hacer es tomar conciencia de tu musculatura pélvica. El modo más sencillo es introducirte un dedo en la vagina y contraer sus paredes como si quisieras apresarlo; la presión que sientas en el dedo será fruto de la tensión de la musculatura. Una vez que aprendas a contraerla y relajarla, en cuanto adviertas que vas a estornudar o toser, contrae los músculos del abdomen y del perineo y mantén la contracción hasta que la tos o los estornudos cesen. Al principio deberás estar pendiente, pero pronto se convertirá en un movimiento automático.

Usa protectores

Aunque las compresas específicas para las pérdidas de orina y los salvaslips convencionales son un tratamiento de emergencia muy útil en caso de pérdidas puntuales, deberás escoger protectores que no contengan perfumes, plásticos ni productos nocivos para la salud. Determinados materiales empleados en el proceso de fabricación de algunas compresas y salvaslip como perfumes, lejías, resinas o agentes aglutinantes pueden dañar a nuestro organismo y provocar afecciones como la vaginitis y la dermatitis vulvar.

Soluciones definitivas para la incontinencia de esfuerzo

Debes ir a un especialista para que te examine y encuentre el origen del debilitamiento de tu perineo. No lo dejes pasar, como hemos visto, el origen de las disfunciones del suelo pélvico es multifactorial y las pérdidas de orina pueden ser el síntoma de una enfermedad que debe ser tratada. Además, si no lo tratas a tiempo, el trastorno puede avanzar y provocarte otros como la caída de los órganos internos, disfunciones sexuales y problemas durante el embarazo y el parto.

Por otro lado, ¿qué puedes hacer para evitar la incontinencia urinaria de esfuerzo y tener una musculatura pélvica saludable y tonificada? Realizar ejercicios de Kegel, mantener una vida sexual activa, mejorar los hábitos posturales, combatir el sobrepeso y la obesidad y adoptar los siguientes hábitos:

Ejercicios de Kegel

Los ejercicios de Kegel son el tratamiento más eficaz para tonificar y fortalecer el suelo pélvico, aunque puede estar contraindicado en algunos casos como estar embarazada, en la cuarentena posparto o haber sido sometida a una operación ginecológica reciente. Consulta con un especialista para que determine si puedes hacer ejercicios de Kegel y en caso afirmativo, para que te oriente sobre tus opciones.

Si nunca has hecho ejercicios de Kegel, en este artículo encontrarás consejos básicos y en este, los errores más comunes que debes evitar para no lastimar tu musculatura pélvica ni fortalecerla en exceso. Por otro lado, si eres principiante, una excelente manera de asegurarte de que haces los ejercicios de Kegel de la manera correcta es utilizar ejercitadores específicos basados en la biorretroalimentación, porque reconocerán el nivel de fuerza de la musculatura de tu perineo y te guiarán en una rutina de ejercicios con el ritmo y la duración adecuados a tu nivel. 

Si ya conoces los ejercicios de Kegel, las pesas vaginales te ayudarán a fortalecer de manera eficiente tu suelo pélvico, ya que constan de una pequeña bola de silicona de grado médico (hipoalergénica y biocompatible) con un pequeño núcleo interno que vibra con el movimiento.

Vida sexual activa

Un perineo saludable favorece una vida sexual gratificante y viceversa. La excitación y el orgasmo aumentan la irrigación sanguínea tonificando los músculos y tejidos; y las contracciones involuntarias y rítmicas de los músculos del suelo pélvico, la vagina, el útero y el esfínter anal que se experimentan durante el orgasmo los ejercitan (contribuyendo a la disminución de la abertura vaginal que se encuentre dilatada por causas como la hipotonía o un parto traumático). 

Además, las contracciones orgásmicas también fortalecen la musculatura involuntaria que supone el 80% de los tejidos del suelo pélvico y que no pueden trabajarse con masaje perineal ni realizando ejercicios Kegel. Por otro lado, la penetración y el orgasmo evitan la atrofia vaginal tanto en la menopausia como tras una histerectomía (extirpación del útero) debido al masaje estimulante del pene (o un juguete sexual) en los tejidos del perineo. 

No es necesario que tengas pareja para disfrutar de una vida sexual plena, puedes recurrir a técnicas masturbatorias como las que te explico en este reportaje, que no solo te proporcionarán placer, sino también tonicidad.

Higiene postural y faja abdominal

La higiene postural es muy importante para la salud de nuestro cuerpo en general y de nuestra faja abdominal en particular. Aprende a adoptar las posturas correctas en tu día a día para que no se sobrecargue tu espalda ni se degenere la estructura del core.

También es importante trabajar todo el sistema abdomino-pélvico (diafragma, abdominales, columna vertebral…) con gimnasia abdominal hipopresiva y rehabilitar la faja abdominal cuando sufra un trastorno, con un tratamiento prescrito por buenos profesionales titulados, que puede incluir fisioterapia uroginecológica o reeducación del suelo pélvico.

Menopausia

Aunque el descenso de los estrógenos y el envejecimiento natural de los tejidos aumenta el riesgo de sufrir incontinencia urinaria tras la menopausia, ni es inevitable ni es irreversible. La práctica de ejercicios de Kegel, la fisioterapia y la rehabilitación te ayudarán a mantener tu suelo pélvico tonificado. 

En cuanto a la deficiencia de estrógenos, no compensan las terapias de reemplazo hormonal, porque presentan muchas contraindicaciones que incluyen depresión severa, dolor de cabeza, vómitos, hemorragias, edemas, dolor abdominal intenso y aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de endometrio, enfermedades en la vesícula biliar y de sufrir un ictus (primera causa de muerte femenina). Antes de aceptar este tipo de tratamiento, es mejor que pruebes métodos más seguros para evitar y combatir los síntomas de la menopausia, como un cambio de alimentación, tal y como te explico aquí.

Sobrepeso y obesidad

Si consideras que tienes sobrepeso u obesidad, acude a tu médico para que determine si es cierto o solo tienes una percepción distorsionada de tu imagen personal. Si te diagnostica sobrepeso, deberá analizar si ese exceso de grasa afecta a tu salud, sus causas (en algunos casos necesitarás el diagnóstico de varios especialistas, además del endocrino) y el tratamiento adecuado. No lo dejes pasar. Estos trastornos no solo afectan al suelo pélvico, también a otros aspectos de tu salud general.

No caigas en el error de ponerte a régimen ni hacer ejercicio por tu cuenta, porque puedes hacerte mucho daño. Es cierto que una alimentación inadecuada y el sedentarismo influyen en el sobrepeso y la obesidad, pero también que hay multitud de factores que los provocan, como la genética, cambios en el metabolismo, determinadas enfermedades (hipotiroidismo) o problemas de salud mental (estrés, ansiedad, depresión).

Cambio de hábitos

  • Alimentación. Reduce el consumo de alcohol, el café, las bebidas excitantes y carbonatadas, las comidas picantes y los cítricos, ya que pueden irritarte la vejiga, acentuando los episodios de incontinencia. 
  • Ejercicio. Evita coger peso excesivo, los ejercicios hiperpresivos y el deporte de impacto, y aprende a relajar la faja abdominal.
  • Deja de fumar. El tabaco no solo afecta a los bronquios y a los pulmones incrementando el riesgo de tos crónica, también irrita y debilita el suelo pélvico a medio plazo y, como vimos en este reportaje, causa graves trastornos en nuestro sistema reproductor, como reglas irregulares, amenorrea, disminución de la fertilidad y adelanto de la menopausia.

Espero que te hayan resultado útiles estos consejos para prevenir y minimizar los efectos de la incontinencia urinaria de esfuerzo en invierno, pero recuerda que es muy importante que vayas al médico para que examine tu suelo pélvico y te haga un diagnóstico personalizado. Finalmente, en este artículo encontrarás información sobre la influencia de en esta época del año en nuestro ciclo menstrual y aparato urogenital, los trastornos más comunes y consejos para evitarlos.

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