Cómo prevenir la retención de líquidos en verano

Cuando las temperaturas son muy altas, muchas personas suelen sentir (en especial, las mujeres y las personas mayores) las manos, las piernas y los tobillos hinchados, el vientre más voluminoso y pesadez en todo el cuerpo.
¿Por qué ocurre? ¿Qué podemos hacer para prevenir estos y otros síntomas? ¿Son recomendables los diuréticos? En este artículo te daremos las claves de la retención de líquidos o edemas.
Síntomas de los edemas o retención de líquidos en verano
Un edema es la hinchazón causada por exceso de líquido atrapado en los tejidos del cuerpo (retención de líquidos) o espacio intersticial (tejido celular subcutáneo). Aunque su síntoma principal es esa hinchazón en diversas partes del cuerpo (piernas, tobillos, pies, brazos, manos, abdomen y cara), también puede incluir los siguientes:
- Piel tirante y deshidratada. La piel de las zonas afectadas (en especial, la de las piernas) puede estar muy tensa, seca y enrojecida. En ocasiones, pueden aparecer arañas vasculares (venitas de color rojizo o violaceo con forma de telaraña) y varices.
- Sensación de opresión, debilidad, torpeza (en especial, en las piernas), poca flexibilidad y rigidez en las articulaciones.
- Hormigueo, excesiva sensibilidad, quemazón y dolor en las zonas hinchadas. A veces, pueden sufrirse calambres en las piernas (en especial por la noche, cuando estás en la cama).
- Aumento de volumen. Aunque no siempre se advierte a simple vista, puedes notarlo porque los anillos, las pulseras y los calcetines dejan marca, y la ropa te queda más estrecha a lo largo del día.
- Problemas urinarios. Cuando hay edema o retención de líquidos, hay menor frecuencia urinaria (vamos menos veces al baño) y se orina menos cantidad (lo que, a su vez, aumenta el riesgo de infecciones urinarias).
Causas de la retención de líquidos o edemas en verano
- Altas temperaturas. El calor provoca la vasodilatación de los capilares (es decir, que se expandan) y la filtración de los líquidos corporales a los tejidos cercanos, en los que se acumulan, causando la hinchazón.
- Dieta. En verano tendemos a descuidar nuestra alimentación (¡son vacaciones!) y abusar de aperitivos, tapas, comida basura, refrescos y alcohol. El problema es que tanto el exceso de sal como de azúcar favorecen la retención de líquidos.
- Alcohol. ¿Y qué me dices de la cerveza o el vermuth? Dos bebidas estrella veraniegas que, en teoría, alivian la sed. Pero no es cierto, el alcohol deshidrata, ya que tiene un efecto diurético en el cuerpo (es decir, aumenta la producción de orina), y provoca que eliminemos líquidos vitales y electrolitos de manera excesiva (también por el sudor). Por otro lado y aunque parezca contradictorio, también puede causar edemas, porque el cuerpo reacciona ante la deshidratación reteniendo líquidos para compensar la pérdida de agua.
- Sedentarismo. En verano, muchas personas tienden a ser más sedentarias, ya sea por el calor, ya sea porque les apetece descansar; pero es necesario hacer ejercicio físico (o, al menos, caminar más de media hora al día), ya que favorece la circulación sanguínea y el drenaje linfático y renal del exceso de líquidos (y viceversa).
¿Por qué las mujeres retenemos más líquidos?
Las mujeres tenemos más propensión a los edemas por un factor hormonal, que se suma a las causas anteriores. En concreto, los estrógenos y la progesterona, principales hormonas femeninas, que afectan al equilibrio de la vasopresina (también conocida como hormona antidiurética), encargada de regular la reabsorción de líquidos.
Por eso, cuando hay desequilibrios o alteraciones en los niveles de estas hormonas (por la menopausia, embarazo, ciclo menstrual, medicación, etc.), tendemos a retener líquidos, hincharnos, engordar (los estrógenos también son responsables de la acumulación de grasa en pechos y caderas) y tener celulitis.
¿Cómo prevenir la retención de líquidos o edemas?
Alimentación
Aumenta el consumo de frutas y verduras (frescas, crudas, al vapor o a la plancha), y reduce (o elimina) el de platos precocinados, ultraprocesados, salazones, embutidos, quesos curados y el exceso de sal.
Hidratación
Una correcta hidratación permite un buen funcionamiento del riñón y la eliminación de toxinas. En contra de lo que defienden algunas «leyendas urbanas», no se retienen más líquidos por beber más agua, sino al contrario, ya que, cuando estamos deshidratados, el cuerpo tiende a compensar. Así que mantente hidratada con agua, zumos, jugos y caldos (naturales, no industriales).
Evita los refrescos, zumos y demás bebidas azucaradas (como la horchata) ya que su efecto diurético causa una deshidratación que el cuerpo intentará compensar reteniendo líquidos; además, muchos refrescos y bebidas azucaradas también pueden tener un alto contenido de sodio, que también favorece los edemas.
Evita también el alcohol, ya has visto que deshidrata, algo muy peligroso no solo frente a la retención de líquidos, sino frente a la deshidratación, en especial en días muy calurosos, ya que nos vuelve más propensas a los golpes de calor.
Movimiento
Para activar la circulación y prevenir la retención de líquidos no hace falta que hagas ejercicio vigoroso, basta con pasear (procura no estar de pie mucho rato en el mismo sitio), nadar y hacer ejercicios de activación de los gemelos cuando estés en casa (por ejemplo, viendo la tele). Ni se te ocurra hacerlo en las horas de más calor, pensando que así sudarás más, te expones a la deshidratación y a un golpe de calor que puede ser mortal.
Ropa y calzado
La ropa ajustada y la de tejidos sintéticos dificulta la circulación sanguínea y la transpiración. Escoge ropa holgada de tejidos naturales como lino o algodón. En cuanto al calzado, los zapatos de materiales artificiales, estrechos y con tacón alto causan el mismo efecto negativo; los ideales son los elaborados con materiales naturales, transpirables, flexibles y con un poquito de tacón (unos 3-4 cm).
Activa la circulación
Cuando estés en casa, procura tener las piernas en alto, date masajes en las extremidades (piernas, tobillos y pies, brazos y manos) para activar la circulación (al menos, dos veces al día), dúchalas con agua fría o sumerge los pies en agua fresquita con un poco de sal.
¿Los diuréticos son recomendables para tratar la retención de líquidos o edemas?
Aunque los diuréticos ayudan al cuerpo a reducir la acumulación de líquidos, porque favorecen su eliminación mediante la orina, no es recomendable que los tomes sin prescripción médica (en especial en verano), ya que pueden causar desequilibrios en los niveles de potasio, sodio, magnesio, fosfato y otros electrolitos (es decir, de los minerales presentes en la orina, la sangre y otros fluidos corporales), esenciales para funciones clave como la muscular, los impulsos nerviosos, la tensión arterial o el equilibrio de los niveles de pH.
Entre los trastornos que pueden causar los diuréticos, se encuentran la deshidratación, la hipotensión, trastornos cardíacos (como arritmias) y musculares, que a su vez, presentan síntomas como mareos, pérdidas de conciencia, dolores de cabeza, espasmos musculares, fatiga extrema, vómitos, diarreas, desorientación, irritabilidad, confusión, etc.
Esto es aplicable tanto a los medicamentos como a los diuréticos naturales, es decir, infusiones o pastillas de diente de león, cola de caballo o perejil (entre otras), que además pueden presentar otros efectos secundarios y estar contraindicados si se sufren determinados trastornos de salud.
En concreto, son muy dañinos durante el embarazo y la lactancia, ya que, como vimos en este artículo sobre el peligro de los productos herbales, incienso y especias durante el embarazo, la mayoría de las infusiones afectan a la salud de la embarazada y del feto, y pueden causar partos prematuros, abortos y malformaciones al feto (por ejemplo, la infusión de perejil provoca contracciones uterinas en las embarazadas, aumentando el riesgo de aborto).
Ve al médico
Aunque la retención de líquidos o edemas son más habituales en verano, también pueden estar provocados por factores como enfermedades cardiacas, hepáticas o renales, cambios en el metabolismo, sobrepeso y el consumo de determinados medicamentos,como esteroides, antiinflamatorios no esteroides (como el ibuprofeno y el naproxeno), antidepresivos, reguladores de la presión alta, etc.
Por otro lado, síntomas como la pesadez en las piernas, calambres o arañas vasculares pueden tener su origen en la insuficiencia venosa, un trastorno que, como explicamos en este artículo, puede desembocar en trastornos más graves si no se controla.
Si los síntomas de la retención de líquidos son severos o persistentes, es importante que consultes a un profesional de la salud para que diagnostique su causa y te prescriba el tratamiento adecuado.
Recuerda: aunque algunos síntomas te parezcan nimios, la retención de líquidos y los edemas pueden dar paso a trastornos más graves o ser un signo de que sufres alguna enfermedad que necesite tratamiento inmediato.
No lo dejes pasar, cuida tus hábitos, protégete y acude al médico si tienes dudas o si los síntomas son muy acentuados o perduran en el tiempo.

Brenda B. Lennox es el seudónimo de una escritora con varios premios literarios a su espalda. La máscara que le permite mostrar su lado más salvaje en textos eróticos que destilan crudeza no exenta de humor negro y poesía. La firma que avala su compromiso con la sexualidad y la salud femenina en artículos para medios como Volonté o Intimina.