Intimina ayuda a llevar la copa menstrual a las mujeres de Gambia

Novedades | | Clara De Santiago

Estamos entusiasmados de compartir con vosotros todos los detalles de nuestra colaboración con la asociación médico-humanitaria Jatakendeya , que se desplazó a Gambia llevándose con ellos 200 copas Lily Cup de Intimina, para lanzar un proyecto de educación sobre la menstruación.

El proyecto 1 mujer, 1 copa: 10 años de higiene pretende educar a adolescentes de este país sobre cómo mejorar su calidad de vida durante los días de menstruación. Jatakendeya contactó con nosotros hace algunos meses para preguntarnos si queríamos donar copas Lily Cup para este proyecto y no dudamos un momento en aceptar su propuesta.

Lily Cup con la Dra García Gálvez para el proyecto Jatakendeya

Maqueta del aparato genital femenino y Lily Cups

Se realizaron diferentes talleres donde las mujeres aprendieron a usar la copa, así como el funcionamiento del ciclo menstrual y el aparato genital femenino, todo ello gracias al apoyo de los voluntarios de la asociación Jatakendeya liderados por la ginecóloga Gema García Gálvez.

Lily Cup con la Dra García Gálvez para el proyecto Jatakendeya

Se realizaron diferentes talleres de aprendizaje sobre el uso de la copa

Gracias a la copa menstrual, estas mujeres dejarán de lado los trapos y papeles que estaban usando hasta ahora, evitando así infecciones provocadas por una higiene inadecuada.

Tal y como explica Gema:

La copa menstrual no sólo aporta higiene a estas mujeres sino también autoestima, también ofrecen soluciones a problemas que también preocupan en estos países.

Lily Cup con la Dra García Gálvez para el proyecto Jatakendeya

La doctora García Gálvez posa con algunas de las participantes del proyecto

Las copas menstruales Lily Cup son la mejor alternativa para la protección del periodo ya que no absorben, sino que recogen el flujo menstrual. Al estar hechas de silicona de grado médico son totalmente saludables y reutilizables. Al ofrecer hasta 8 horas de protección, son la solución ideal para estas mujeres ya que, al no tener que preocuparse por tener un baño cerca -algo que puede suponer un reto en países como Gambia-, pueden ir a la escuela o realizar sus trabajos con mayor libertad. Así mismo, al tener una vida útil de hasta 10 años, suponen un ahorro económico para las mujeres de estos países desfavorecidos.

Desde aquí queremos dar las gracias y nuestra más sincera enhorabuena a Gema y a todos los voluntarios por su magnífica labor, así como agradecer a Jatakendeya el habernos dado la oportunidad de formar parte de este increíble proyecto.

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