Diabetes gestacional: causas, síntomas, factores, riesgos, tratamiento y prevención

Embarazo | | Brenda B. Lennox

La diabetes gestacional es un trastorno que afecta (según algunos estudios) al 18% de las embarazadas y que, en caso de no tratarse, puede provocar problemas graves de salud tanto a la madre (preeclampsia y diabetes 2), como al bebé (crecimiento excesivo del feto, nacimiento prematuro, parto con cesárea, obesidad, diabetes, síndrome de dificultad respiratoria e incluso la muerte).

Este trastorno, consistente en altos niveles de glucosa en sangre, no siempre presenta síntomas evidentes y, en muchos casos, estos pueden confundirse con los habituales del embarazo, de ahí que sea tan importante saber qué lo provoca, cuáles son los síntomas, los factores de riesgo y los hábitos que previenen su aparición (como una dieta saludable y ejercicio moderado), así como someterse a pruebas de detección y, en su caso, tratamiento, siguiendo las pautas dictadas por el médico en cada caso concreto.

¿Qué es la diabetes gestacional?

La diabetes gestacional es un trastorno que se caracteriza por presentar niveles altos de glucosa en la sangre (hiperglucemia) durante el embarazo y que se diagnostica por primera vez durante la gestación (por lo general, durante el segundo trimestre). Ciertas hormonas producidas por la placenta pueden provocar resistencia a la insulina (una hormona que ayuda a que la glucosa proveniente de los alimentos entre en las células para suministrarles energía) en el cuerpo de la madre. La mayoría de las embarazadas puede producir suficiente insulina para superar esta resistencia, pero algunas no, por lo que presentan hiperglucemia que puede causar trastornos a la madre y al bebé a corto y largo plazo. 

La mayoría de los casos de diabetes gestacional (más del 85%) se presentan en mujeres que no tenían diabetes previa. El porcentaje restante corresponde a mujeres que sí sufrían diabetes antes de quedarse embarazadas (muchas de ellas sin saberlo), en cuyo caso se denomina diabetes pregestacional. A diferencia de la diabetes gestacional, la pregestacional se caracteriza por tener hiperglucemia durante el primer trimestre, que es el periodo formativo del feto, por lo que si no se controla desde antes de la concepción, aumenta el riesgo de malformaciones del bebé y aborto. 

Síntomas de la diabetes gestacional

Aunque la diabetes gestacional no presenta síntomas perceptibles en la mayoría de los casos, los pueden ser indicativos de estar sufriéndola:

  • Aumento de apetito acompañado con perdida de peso.
  • Aumento de la sed y micción más frecuente. 
  • Sentirse muy cansada o letárgica todo el tiempo.
  • Temblores.
  • Visión borrosa.
  • Infecciones vaginales, urinarias y de piel recurrentes. 

Factores de riesgo de la diabetes gestacional

La diabetes gestacional es causada por cambios hormonales, factores genéticos y estilo de vida, entre los que se incluyen:

  • Embarazo a partir de los 35 años de edad.
  • Sufrir sobrepeso u obesidad.
  • Aumentar excesivamente de peso durante el embarazo.
  • Tener poca o ninguna actividad física.
  • Prediabetes.
  • Diabetes gestacional en un embarazo previo.
  • Antecedentes familiares directos de diabetes.
  • Pertenecer a una determinada raza o etnia, como hispana, negra, indígena americana o asiática americana.
  • Tener presión arterial alta.
  • Sufrir el Síndrome de ovario poliquístico (SOP).
  • Parto previo de un bebé que pesara más de 4,1 kilos.
  • Haber tenido un aborto espontáneo inexplicable.

Detección y tratamiento de la diabetes gestacional

Detección 

Si deseas quedarte embarazada, consulta con tu médico para que te dé pautas para prevenir la diabetes gestacional, especialmente si tienes factores de riesgo de desarrollar resistencia a la insulina (sobrepeso, obesidad, genética, diabetes, más de 35 años, etc.). 

Cuando estés embarazada, el médico te hará pruebas de diabetes gestacional como parte de la atención médica prenatal, por lo general entre las semanas 24 y 28 de gestación, salvo que presentes factores de riesgo como diabetes gestacional en anteriores embarazos o diabetes tipo 2 previa, en cuyo caso es probable que compruebe tus niveles de glucosa en el primer trimestre (ya que, como hemos visto, la diabetes pregestacional se manifesta en esta etapa).

Si sufres alguno de los síntomas de diabetes gestacional (temblores, visión borrosa, agotamiento intenso, infecciones recurrentes) acude a tu médico sin falta para que te haga las pruebas de detección cuanto antes. No lo dejes pasar, las pruebas de detección son muy sencilla y vitales para tu salud y la de tu bebé. 

Tratamiento

El tratamiento de la diabetes gestacional es relativamente sencillo, aunque estricto. Será necesario controlar en todo momento tus niveles de glucosa en sangre y seguir unas pautas de alimentación y ejercicio físico prescritas por el médico. Por lo general, este tratamiento será suficiente para mantener la glucosa en los niveles adecuados, aunque las mujeres con diabetes pregestacional también necesitarán inyecciones de insulina y/o medicamentos (como metformina y glibenclamida), así como los casos más severos de diabetes gestacional.

Complicaciones de la diabetes gestacional

Si no se controla este tipo de diabetes, la glucosa en sangre puede elevarse a niveles que perjudiquen gravemente a la salud de la embarazada y su bebé. 

Complicaciones que pueden afectar al bebé

  • Macrosomía. La diabetes gestacional puede causar que el feto crezca demasiado, ya que el exceso de glucosa en la sangre de la madre pasa a él a través de la placenta y ese excedente energético se acumulará en su organismo en forma de depósitos de grasa. Si su peso excede de 4 kilos, aumenta el riesgo de quedarse encajado en el canal del parto, sufrir lesiones durante este (como distocia del hombro, es decir, que uno o ambos hombros se quedan encajados dentro de la pelvis de la madre durante el parto) o necesitar un parto instrumental (por cesárea) para llegar a buen término. Por otro lado, este sobrepeso al nacer también aumenta el riesgo de que el bebé sufra obesidad y diabetes tipo 2 desde su infancia.
  • Polihidramnios. El polihidramnios es un exceso de líquido amniótico, que puede causar complicaciones como contracciones pretérmino, trabajo de parto prematuro, desprendimiento de placenta, mala posición fetal, prolapso del cordón umbilical y hemorragia postparto, entre otras.
  • Muerte fetal. La diabetes gestacional sin tratar puede provocar la muerte del bebé antes del nacimiento (aborto espontáneo).
  • Nacimiento prematuro. Los bebés de madre con diabetes gestacional pueden nacer antes de tiempo, ya sea porque los altos niveles de glucosa adelanten el parto, ya sea porque el médico decide adelantarlo por su gran tamaño. A su vez, si se adelanta el parto antes de la 37ª semana de gestación, aumenta el riesgo de que el bebé tenga problemas de salud a largo plazo, como dificultades para alimentarse, problemas respiratorios, deficiencias de visión (incluyendo ceguera) o audición (incluyendo sordera), retrasos en el desarrollo, riesgo de hipertensión, diabetes e insuficiencia cardiaca, trastornos del aprendizaje e incluso parálisis cerebral.
  • Problemas respiratorios graves. Los bebés prematuros pueden sufrir el síndrome de dificultad respiratoria neonatal, una enfermedad que dificulta su respiración y que es causada principalmente por la ausencia de una sustancia (surfactante pulmonar), que aparece en los pulmones totalmente desarrollados, de ahí que afecte a los bebés nacidos antes de la 39ª semana de gestación.
  • Hipoglucemia. Si la madre tuvo diabetes gestacional, el bebé puede presentar hipoglucemia (niveles muy bajos de glucosa) poco después del nacimiento que pueden provocarles convulsiones, escalofríos y problemas respiratorios, entre otros síntomas.
  • Otros trastornos. Los bebés de madres con diabetes gestacional también pueden nacer con ictericia ( decoloración amarilla de piel y ojos por exceso de bilirrubina), dificultad para mantener el calor corporal, náuseas y vómitos, déficit de calcio y magnesio, exceso de glóbulos rojos y problemas cardíacos.

Complicaciones que pueden afectar a la madre

  • Preeclampsia. La diabetes gestacional aumenta el riesgo de tener preeclampsia, una complicación del embarazo que provoca la aparición de tensión arterial alta (superior a 140/90 mmHg), niveles altos de proteína en la orina que indiquen daño renal u otros signos de daño en los órganos, por lo general, a partir de la 20ª semana de gestación. De no tratarse, la preeclampsia gestacional puede causar daños a corto y medio plazo al feto (restringir su crecimiento, provocar el desprendimiento de la placenta y parto prematuro), a la madre (accidente cerebrovascular o ictus y daños a órganos vitales como el hígado, los riñones, los pulmones, el corazón y/o los ojos), y a largo plazo a la gestante (diabetes, enfermedades renales, acumulación de líquido en los pulmones, enfermedades cardiovasculares, presión arterial alta crónica y accidentes cerebrovasculares).
  • Diabetes tipo 2. Aunque, por lo general, los niveles de glucosa sanguínea recuperan sus valores normales poco después del parto, la diabetes gestacional aumenta un 60% las posibilidades de sufrir diabetes de tipo 2 en el futuro.
  • Diabetes gestacional en embarazos sucesivos. Tener este trastorno durante el embarazo aumenta las probabilidades de sufrirlo en embarazos posteriores (hasta un 45%). 

Cómo prevenir la diabetes gestacional

Como hemos visto, hay factores de la diabetes gestacional que no podemos controlar (antecedentes familiares, raza, síndrome del ovario poliquístico…), pero sí otros relacionados con nuestros hábitos, como el sedentarismo o la alimentación. Los siguientes consejos te ayudarán a reducir el riesgo si estás planeando quedarte embarazada y también a prevenir la diabetes tipo 2 en el futuro: 

Cuida tu alimentación

Si quieres prevenir la diabetes tipo 2 y, por lo tanto, uno de los factores de la diabetes gestacional, sigue estos consejos de alimentación:

  • Evita los alimentos ricos en grasas saturadas, grasas trans, sal, azúcar (incluyendo los refrescos y las bebidas energéticas), fritos, hipercalóricos y procesados.
  • Aumenta el consumo de frutas con bajo nivel de azúcar (albaricoque, arándanos, ciruela, frambuesa, fresa, granada, grosella, kiwi, limón, mandarina, manzana, maracuyá, melocotón, melón, mora, naranja, papaya, paraguaya, pera, piña, pomelo, sandía), verduras (acelgas, alcachofas, apio, berenjena, brócoli, brotes de soja, guisantes), legumbres (alubias, garbanzos y lentejas) y productos integrales. 

Haz ejercicio

La práctica regular y moderada de ejercicio mantiene nuestra salud en perfecto estado y previene enfermedades, ya que a nivel físico, además de reducir el riesgo de tener diabetes gestacional (mantiene los niveles adecuados insulina y glucosa en la sangre), previene enfermedades cardiacas, fortalece huesos, articulaciones, músculos y tendones, regula la presión arterial, incrementa la energía y la fuerza física, disminuye la sensación de fatiga, mejora la calidad del sueño y mejora la vida sexual; y a nivel psicológico y emocional, eleva el estado anímico y la autoestima, reduce el estrés, la ansiedad y la depresión, y fortalece la salud del cerebro mejorando funciones como el pensamiento, el aprendizaje y la memoria. 

Trata de hacer 30 minutos de ejercicio moderado todos los días, como nadar o caminar. Eso sí, antes de realizarlo, acude a tu médico para que vea tu estado de salud y te recomiende el más adecuado para ti; y si decides hacer deporte de impacto o ejercicios hiperpresivos, ponte en manos de un entrenador con formación específica en entrenamiento de la mujer y suelo pélvico femenino, para evitar la hipertonía del suelo pélvico y la triada de la mujer deportista.

Evita el sobrepeso y la obesidad

Como vimos en este artículo, el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de sufrir trastornos ginecológicos y complicaciones en el embarazo y parto como infecciones vaginales y urinarias, el síndrome del ovario poliquístico (SOP), anovulación, diabetes gestacional, abortos recurrentes (incluyendo los espontáneos y la muerte fetal intrauterina), cesáreas, preeclampsia (hipertensión en el embarazo), eclampsia (convulsiones o coma durante el embarazo después de la vigésima semana de gestación, el parto o en las primeras horas del puerperio o post-parto) y gestar bebés con problemas de salud (espina bífida, hidrocefalia, cardiopatías, labio leporino y reducción de miembros).

Además, la acumulación excesiva de grasa afecta al organismo en todos sus sistemas y funciones, incrementando significativamente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, ictus (primera causa de muerte femenina), hipertensión arterial, afecciones músculo-esqueléticas, diabetes tipo II, trastornos del suelo pélvico (vejiga hiperactiva, hipertonía pélvica, incontinencia urinaria y fecal, prolapso o caída de órganos internos), apnea del sueño y trastornos psicológicos como depresión y ansiedad, entre otras.

Si consideras que tienes sobrepeso, acude a tu médico para que determine si es así o solo una percepción tuya, sus causas (como una alimentación inadecuada, sedentarismo, cambios en el metabolismo, problemas de salud mental, genética o una enfermedad como el hipertiroidismo), si afecta a tu salud y el tratamiento adecuado. 

Cuida tu peso durante el embarazo

Durante el primer trimestre de gestación no suele engordarse nada (sobre todo si se sufren náuseas) o, como mucho, un par de kilos. Sin embargo, el aumento de peso es más marcado durante los dos trimestres siguientes (sobre todo, en el tercero, porque el bebé triplica el suyo y duplica su talla). 

No caigas en el error del tópico «hay que comer por dos»: hay que comer lo necesario. De hecho, los especialistas recomiendan que el aumento de peso total al final del embarazo oscile entre los 9 y 12 kilos. Tampoco caigas en el error de intentar perder peso durante el embarazo, ya que afecta al crecimiento normal del feto y te dificultará tener un embarazo saludable, predisponiéndote a trastornos como la anemia.

Como hemos visto, el sobrepeso y la obesidad durante la gestación son perniciosos porque, además de incrementar el riesgo de desarrollar diabetes gestacional e hipertensión, provoca lumbociática, dolor en articulaciones (especialmente rodillas y tobillos), calambres en las piernas y falta de movilidad, predispone a sufrir un parto instrumental y cesárea, y daña al feto, que puede nacer con problemas de salud como espina bífida, cardiopatías o reducción de miembros.

Consulta con tu médico cuánto peso deberías aumentar en tu caso y pídele pautas de alimentación para que tanto tú como tu bebé estéis saludables.

Controla tu diabetes

Si ya padeces diabetes, esta puede afectar a tu fertilidad (aumenta el riesgo de anovulación o ausencia de ovulación y, por lo tanto, de menstruación, y un adelanto de la menopausia) y aumentar el riesgo de sufrir diabetes gestacional, preeclampsia, parto por cesárea, aborto espontáneo o muerte del bebé en el útero, defectos de nacimiento (nacimiento prematuro, exceso de peso del bebé, problemas para respirar y/o hipoglucemia justo después del parto).

Si quieres quedarte embarazada, es muy importante que te sometas a controles médicos de la diabetes antes y durante la gestación, ya que los niveles de azúcar en la sangre pueden cambiar con rapidez a lo largo del día y del embarazo, por eso debe revisarlos con frecuencia y ajustar tu medicación, alimentación y actividad física siguiendo las instrucciones de tu médico.

Consejos para controlar la diabetes gestacional

Cuida tu dieta

La Federación Española De Diabetes (FEDE), analiza la dieta recomendada para las embarazadas que sufren diabetes gestacional:

  • Hidratos de carbono. La FEDE recomienda que entre el 40% y el 55% de las calorías diarias procedan de los carbohidratos (frutas, verduras y cereales naturales) con un consumo mínimo de 160 a 175 gramos al día para evitar la cetosis (déficit de carbohidratos que provoca un nivel alto de cetonas en el organismo y síntomas como debilidad, dolores de cabeza, náuseas y estreñimiento, entre otros).
  • Lípidos. Restringe el consumo de grasas saturadas de origen animal (presentes en alimentos como quesos, cremas, cecinas, embutidos y carnes rojas ricas en grasas) y evita totalmente las grasas trans (que se encuentran en la mayoría de los productos elaborados de manera industrial, como aperitivos, pastelería, galletería, pizzas y margarinas) y los alimentos procesados con exceso de azúcar (refrescos, bebidas energéticas, néctares, bollería, pastelería, etc.).
  • Fibra. Consume unos 20 gramos de fibra al día, tomando frutas enteras, verduras y granos integrales; te proporcionarán sensación de saciedad y harán que la absorción de los azúcares sea más progresiva. 
  • Proteínas. Por lo general, las proteínas no afectan mucho a los niveles de glucosa en sangre, así que no tienes que reducir su consumo. Además, según la FEDE, «tanto el feto como la placenta necesitan un aporte de proteínas para su desarrollo, de manera especial a lo largo del segundo y tercer trimestre». Por ello, procura que tu dieta te aporte de 1,1 a 1,5 gramos de proteínas por kilo de peso al día.
  • Regularidad y porciones. Finalmente, la FEDE recomienda mantener una regularidad en la frecuencia de las comidas, evitar largos periodos sin comer y controlar el tamaño de las porciones (es mejor comer menos cantidad y más a menudo).

Haz ejercicio moderado

Según el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK), casi todas las mujeres pueden y deben ser físicamente activas durante el embarazo, ya que la actividad física regular puede no solo reducir el riesgo de sufrir diabetes gestacional, sino también de preeclampsia, cesárea y depresión posparto. Además, el ejercicio físico moderado ayuda a mantener un peso saludable (tanto a la madre como al bebé), disminuye los dolores de espalda, hinchazón y calambres en las piernas y disminuye la duración del trabajo de parto y la recuperación posparto.

No obstante, es imprescindible que consultes con tu médico qué ejercicio es el indicado para ti en cada fase del embarazo y, sobre todo, si es aconsejable que lo hagas en el caso de que sufras anemia, presión arterial alta, obesidad y otros problemas de salud.

 

Fuentes:

MedlinePlus en español [Internet]. Bethesda (MD): Biblioteca Nacional de Medicina (EE. UU.) Diabetes gestacional. Última revisión 6/3/2020. Disponible en: 

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000896.htm

Diabetes gestacional. Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/gestational-diabetes/symptoms-causes/syc-20355339

Diabetes gestacional. National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK)

https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/diabetes/informacion-general/que-es/gestacional/sintomas-causas

Polihidramnios. Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/polyhydramnios/symptoms-causes/syc-20368493

Dieta recomendada para la diabetes gestacional. Federación Española de Diabetes (FEDE)

https://fedesp.es/diabetes/tipos/diabetes-gestacional/#Dieta_recomendada_para_la_diabetes_gestacional

¿El sobrepeso y la obesidad afectan el embarazo? NICHD. Eunice Kennedy Shriver National Institute of Child and Human Development.

https://espanol.nichd.nih.gov/salud/temas/obesity/informacion/preguntas-embarazo

Health Tips for Pregnant Women. National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK)

https://www.niddk.nih.gov/health-information/weight-management/healthy-eating-physical-activity-for-life/health-tips-for-pregnant-women

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