Como escoger, usar, limpiar y guardar tus juguetes sexuales

Salud sexual | | Brenda B. Lennox

En estas últimas décadas, los juguetes sexuales han experimentado un auge sorprendente: dildos de vidrio para disfrutar los matices eróticos del frío, succionadores de clítoris, plugs anales, bolas chinas, vibradores con distintas intensidades y velocidades… al placer sexual que prometen se suma su eficacia para el tratamiento de trastornos de salud como el vaginismo, la anorgasmia, la debilidad del suelo pélvico, las secuelas de las episiotomías y un largo etcétera. 

Pero toda moneda tiene su cruz, y un uso incorrecto, un material tóxico o una conservación deficiente pueden poner en grave riesgo nuestra salud: desgarros, infecciones, alergias, operaciones quirúrgicas… Para ayudarte a elegir y disfrutar de un juguete erótico, en este artículo hablaremos de las claves para escogerlo (textura, terminación, material, función…), usarlo (sexo anal, vaginal, en solitario o en pareja), limpiarlo, desinfectarlo y guardarlo, para que tu experiencia sea saludable.

Cómo escoger un juguete sexual

Textura y terminación

Observa bien la textura y acabado del juguete erótico. Si tiene grietas y orificios es muy probable que las bacterias y los hongos proliferen en ellos, por lo que hay un riesgo muy alto de contraer una infección vaginal, urinaria o anal, ya que será más complicado limpiar y desinfectar a fondo.

Comprueba también si en su superficie hay protuberancias o picos por un defecto en el acabado, pueden provocar desgarros en la mucosa vaginal y anal.

Si no presenta ningún defecto, deberás esterilizarlo antes del primer uso para eliminar cualquier impureza, aunque venga sellado y sea de silicona de grado médico, tal y como te explicaré más adelante.

Material

Como vimos en el artículo La sexualidad ecológica, sobre los riesgos de determinados protectores menstruales y juguetes sexuales para nuestra salud y el medio ambiente, algunos productos íntimos contienen policloruro de vinilo o PVC, bisfenol, ABS, ftalatos (también conocido en la industria como DOP o DEHP), plastisol (un producto resultante de la combinación de PVC y ftalatos) y estabilizadores de zinc, plomo, estaño, bario y cadmio (Metales Pesados Tóxicos o MPT), a pesar de ser sustancias consideradas tóxicas, carcinógenas y mutágenas por la Unión Europea.

Para proteger tu salud, mira bien los materiales de tu juguete erótico y no lo compres si contiene ftalato (la gelatina de goma lo contiene), bisfenol A, PVC y ABS, ni tampoco si desconfías del vemndedor.

Por desgracia, algunos fabricantes omiten información o enmascaran sustancias peligrosas empleando en las etiquetas siglas o términos que dan a lugar a confusión.

Si tienes dudas, el material más recomendable es el fabricado en silicona de grado médico (es decir, la que se usa con fines médicos y quirúrgicos, como catéteres y marcapasos), un material biocompatible (compatible con los tejidos corporales), inocuo para el organismo (no desprende partículas tóxicas ni provoca que el cuerpo la rechace), hipoalergénico (no provoca alergias) y no poroso, por lo que previene el crecimiento de bacterias y hongos, disminuyendo el riesgo de infecciones vaginales, urinarias y anales.

El metal (por lo general, acero inoxidable) y el vidrio también son buenos materiales. Los juguetes eróticos de metal son hipoalergénicos y suaves para la piel y mucosas (aunque algunas personas son alérgicas a algunos metales) y no porosos (por lo que se reduce el riesgo de infecciones), aunque presentan el inconveniente de su rigidez, por lo que no están recomendados para mujeres que sufran de dispareunia, vaginismo o hipertonía del suelo pélvico.

En cuanto al vidrio, presenta las ventajas del metal (a la que se añade que no existen alergias a este material) y el mismo inconveniente (está contraindicado para las mujeres con rigidez en los tejidos o musculatura).

Sexo anal

Dildos, plugs, bolas anales… escojas el que escojas es vital que esté diseñado para el sexo anal y lleve un mecanismo de seguridad (como una anilla) o un tope o base ancha.

Ni se te ocurra usar un juguete erótico diseñado para la vagina (y mucho menos un objeto casero) para estimularte analmente; a diferencia de la vagina que es cerrada en su interior, el recto (parte final del intestino grueso) tiene una longitud de 17,9 cm (¡IMAGINA!); si a eso le sumas que tiende a absorber el juguete sexual, este puede acabar tan adentro que sea necesaria una operación quirúrgica para extraerlo. Y no, no es una leyenda urbana, es una de las urgencias médicas relacionadas con el sexo más comunes. 

Por otro lado, recuerda que el ano no lubrica, tiende a contraerse de manera involuntaria y su dilatación requiere paciencia y tiempo; no te fuerces (es MENTIRA que el sexo anal deba doler, que te quede muy claro) ni uses cremas o lubricantes que insensibilicen la zona (no sentir no te libra de un desgarro, al revés, lo favorece porque al tener la zona insensibilizada, no sientes el dolor que te alerta).

Lo que sí debes usar son lubricantes que faciliten la estimulación y penetración, y que sean compatibles con preservativos (recuerda que las ITS también se transmiten por sexo anal).

Placer sexual

Escoger un juguete sexual atendiendo a su finalidad erótica es todo un mundo. Estimulación vaginal, anal o clitoridiana, doble, zona de la vagina (punto G, punto U, entrada…), con o sin vibración, características del material (cristal, metal, superficie rugosa, tamaño…), para disfrutarlo en solitario o en pareja… Si a esto se suman características de funcionamiento como pilas, USB, sumergibles en agua… la lista es larga.

Así que para escoger el que más se ajuste a tus deseos, pregúntate qué es lo que buscas exactamente y cómpraselo a una marca de confianza.

Suelo pélvico

Los juguetes eróticos han demostrado ser una herramienta muy eficaz para el tratamiento de disfunciones del suelo pélvico como su debilidad o rigidez, así como para reducir y eliminar sus síntomas (vaginismo, dispareunia, incontinencia urinaria…) y las secuelas de intervenciones quirúrgicas como la episiotomía o cicatrices. 

Aunque es el fisioterapeuta quien debe analizar el estado del suelo pélvico y determinar qué tratamiento es el adecuado, por lo general, los juguetes sexuales indicados para tratar la hipertonía o rigidez pélvica y las secuelas de la episiotomía son los estimuladores de clítoris, los vibradores pequeños o específicos para este trastorno (como el Raya de Intimina) y las balas vibratorias o huevos vibratorios, porque relajan la musculatura, flexibilizan los tejidos rígidos y las cicatrices, y mejoran la vascularización y sensibilidad de la zona pélvica; mientras que para tratar la hipotonía o debilidad pélvica, son más adecuados los vibradores basados en la biorretroalimentación y las bolas chinas.

Por otro lado, un suelo pélvico tonificado propicia una vida sexual activa y viceversa: la excitación y el orgasmo aumentan la irrigación sanguínea tonificando los músculos y tejidos; las contracciones involuntarias y rítmicas de los músculos del suelo pélvico, la vagina, el útero y el esfínter anal que se experimentan durante el clímax los ejercitan, contribuyendo a la disminución de la abertura vaginal que esté dilatada por causas como un parto traumático; y las contracciones orgásmicas fortalecen la musculatura involuntaria del suelo pélvico, que supone el 80% de sus tejidos y que no pueden trabajarse con masaje perineal ni con ejercicios de Kegel.

Por otro lado, la penetración y el orgasmo evitan la atrofia vaginal tanto en la menopausia como tras una histerectomía (extirpación del útero) debido al masaje estimulante del pene (o un juguete sexual o los dedos) en el suelo pélvico. ¿Qué quiero decir con todo esto?

Que la masturbación es una práctica maravillosa para mantener tu suelo pélvico en buen estado; practícala siguiendo los consejos que te doy en este artículo para que además de placentera, sea saludable. 

Buen uso de los juguetes sexuales

No los compartas

Los juguetes eróticos pueden transmitir ITS como la sífilis, la gonorrea, la clamidia o el virus del papiloma humano (VPH), infecciones que se transmiten por la sangre como el Virus de Inmunodeficiencia humana (VIH) y la hepatitis B y C, así como infecciones vaginales, urinarias y anales causadas por virus, bacterias y hongos.

La mejor manera de prevenir los contagios es no compartir los juguetes bajo ningún concepto, aunque algunos especialistas aseguran que puedes hacerlo siempre y cuando los desinfectes previamente o si usas preservativo (salvo en el caso del VPH, que se contagia incluso usando condones), pero debes tener en cuenta que la superficie de los juguetes sexuales dificulta que se mantengan en su sitio y pueden acabar saliéndose, y esto es peligroso tanto con el sexo anal como con el vaginal.

Sexo anal seguido de sexo oral o vaginal

Nunca te introduzcas en la vagina o en la boca un juguete sexual que ha estado en el ano, sin desinfectarlo primero (no es suficiente con lavarlo), ya que hay un riesgo altísimo de transmisión de la bacteria E. coli de una a otra zona, así como de parásitos.

Si usas un preservativo, deberás estar muy pendiente de él, ya que tiende a salirse y puede ser absorbido por el ano y llegar al intestino.

Funcionalidad

No debes utilizar los juguetes eróticos diseñados para estimular determinadas zonas y con funciones específicas en otras zonas y para otros usos, ya que puedes sufrir accidentes graves y causarte lesiones.

Además de las operaciones quirúrgicas para extraerte un objeto del recto de las que hemos hablado, puedes sufrir lesiones en el clítoris, desgarros vaginales y anales, heridas en los pezones… Y bueno, ya que estamos, no uses objetos como botellas, frascos de desodorantes ni hortalizas varias, una infección es lo más leve que te puede pasar.

Lubricante

Debes usar un lubricante específico para el tipo de material del juguete sexual, ya que algunas sustancias pueden dañarlos. Por lo general, los de cristal y metal aceptan cualquier tipo de lubricante.

En cuanto a los de silicona, puedes utilizar Feminine Moisturizer, un hidratante y lubricante, de textura ultra-ligera, dermatológica y ginecológicamente testado, con base de agua enriquecida con aloe vera, ginseng y avena, respetuoso con el pH, microbiota y mucosa vaginales, al tener el mismo pH de nuestra zona íntima y no contener glicerina, perfumes ni parabenos, 

Limpieza y desinfección de los juguetes sexuales

No es lo mismo limpiar que desinfectar o esterilizar; limpiar es eliminar las bacterias superficiales, el olor y la acumulación de flujo, materia fecal y residuos (como el lubricante) del juguete erótico; mientras que esterilizar o desinfectar es destruir el 99,9% de microorganismos (bacterias, hongos, virus, etc.). ¿Cuándo limpiar y cuándo esterilizar? ¿Cómo hacerlo?

Limpiar

Es necesario lavar el juguete erótico antes de cada uso, porque aunque lo hayas guardado protegido, siempre cabe la posibilidad de que acumule polvo, bacterias y hongos. Hazlo con agua tibia (con cuidado de no dañar las ranuras electrónicas) y un jabón neutro, porque los productos con alcohol o perfumes irritan la vulva y la vagina y puedes sufrir vaginitis irritativa, dermatitis y un fuerte escozor en la zona (incluyendo el ano).

Algunas fuentes recomiendan usar un jabón antibacteriano y otras lo desaconsejan porque puede irritar las mucosas vaginales; si decides usar uno, enjuaga muy bien el juguete sexual antes de usarlo. 

También es necesario lavarlo después de cada uso para evitar que estos microorganismos comiencen a proliferar.

Sé que no resulta ni glamuroso ni cómodo salir corriendo con tu juguete sexual en la mano justo después de usarlo, pero puedes aprovechar a limpiarlo superficialmente cuando vayas al baño para orinar (una práctica que debemos hacer para reducir el riesgo de desarrollar infecciones urinarias) y luego hacerlo más a conciencia con agua tibia y un jabón neutro (el agua no elimina ni los residuos ni los fluidos, y puede crearse una biopelícula). 

Te resultará muy útil el Limpiador de Accesorios Íntimos de INTIMINA, un pequeño espray sin alcohol, perfumes ni parabenos, que limpia y esteriliza juguetes sexuales de silicona, caucho o látex (y copas menstruales y ejercitadores del suelo pélvico de estos materiales), en cualquier sitio (es una botellita de 75 ml y da para más de 200 aplicaciones), de manera sencilla, rápida y discreta (una sola pulverización de apenas 5 segundos) y meticulosa (desinfecta casi el 100% de microorganismos y suciedad).

Tan solo tienes que rociar el juguete sexual, esperar unos segundos, enjuagarlo con un poco de agua y secarlo con un pañuelo que no desprenda pelusa. Como es biocompatible, con un pH equilibrado y no contiene ni alcoholes ni parabenos (conservantes), no provoca irritaciones ni alergias, ni perjudica a la microflora vaginal ni a nuestro pH íntimo.

Desinfectar

Como hemos visto, esterilizar/desinfectar los productos íntimos es someterlos a una limpieza más profunda que destruye el 99,9% de microorganismos (bacterias, hongos, virus, etc.) y residuos.

¿Cuándo hacerlo? Cuando los estrenamos, se han caído al suelo, llevamos mucho tiempo sin usarlos o no los hemos guardado de manera higiénica. 

Lo ideal es esterilizarlos en agua hirviendo, pero no todos los juguetes eróticos están fabricados con materiales que resistan este tratamiento. Por ejemplo, los de silicona médica y metal sí lo permiten, pero no los de cristal, látex, gelatina y plásticos, por ejemplo.

A esto se suma que algunos no son sumergibles (una cosa es sumergible y otra resistente al agua, ¡CUIDADO!) porque tienen pilas o mecanismos que pueden estropearse (cargador, USB, etc.). En esos casos es ideal el Limpiador de Accesorios Íntimos de INTIMINA, ya que como hemos visto no solo limpia, sino que también desinfecta. 

Secar

Antes de guardar tu juguete erótico, sécalo al aire libre o con toallas y papel limpios, que no desprendan pelusas. Es muy importante que elimines cualquier resto de agua, ya que la humedad favorece la proliferación de hongos y bacterias. 

Conservación de los juguetes sexuales

Para garantizar una completa higiene, guarda tus juguetes eróticos protegidos del calor, el sol directo, el polvo y el contacto con objetos que puedan acumular suciedad y bacterias.

Si quieres mantenerlos en perfecto estado, mételos en una funda de tela higiénica o en un estuche de silicona (uno para cada objeto, para que no entren en contacto unos con otros) y guárdalos en un lugar cerrado en el que no les dé el sol directo, no haya temperaturas altas y estén protegidos del polvo y la suciedad.

Si lleva pilas y no lo vas a usar durante un tiempo, es recomendable que las saques, para evitar que lo estropeen si se oxidan.

También es importante que laves de vez en cuando la funda o el estuche en donde los hayas guardado, con agua caliente, algún jabón antibacteriano (no productos desinfectantes), los enjuagues muy bien y luego, los seques hasta eliminar cualquier rastro de humedad. 

Por último decirte que todos estos consejos no solo protegerán tu salud, sino que también evitarán que los juguetes sexuales se estropeen antes de tiempo. De todos modos, tarde o temprano su vida útil llegará a su fin, así que obsérvalos antes de usarlos y si adviertes su deterioro, deséchalos de manera ecoamigable. 

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