Deshidratación, golpes de calor, edemas y bajadas de tensión por el calor: síntomas, tratamiento y prevención

Salud femenina | | Brenda B. Lennox

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (ONU) ha alertado sobre un aumento en las olas de calor a nivel global, como consecuencia del cambio climático. Este aumento drástico de las temperaturas tiene consecuencias negativas para la salud, ya que pueden causar deshidratación y golpes de calor que pueden provocar la muerte.

Las altas temperaturas fuerzan al cuerpo a adaptarse para mantener la temperatura corporal, provocando una mayor sudoración y vasodilatación para reducir la temperatura del cuerpo (que, a su vez, baja la tensión).

Aunque las olas de calor nos afectan a todos, hay colectivos que las sufren con más intensidad y son más propensos a sufrir trastornos de salud: los menores de cuatro años, las embarazadas (especialmente durante el tercer trimestre del embarazo) y las lactantes, las personas mayores, las que sufren una enfermedad (cáncer, cardiovascular, cerebrovascular, circulatoria, demencia, diabetes, hipertensión, neurológica, renal, respiratoria…), que están recibiendo medicación crónica (anfetaminas , anticolinérgicos, antihistamínicos, diuréticos, psicofármacos, etc.), las que tienen sobrepeso y las que abusan de las drogas y/o el alcohol.

Los trastornos de salud más habituales provocados por una ola de calor son la deshidratación, la hipertermia o golpe de calor, los edemas y la bajada de tensión. En este reportaje, veremos cuáles son los síntomas de estos trastornos, cómo actuar en caso de sufrirlos y consejos para prevenirlos.

Deshidratación

Concepto de deshidratación y sus causas

El calor intenso, sumado a un consumo insuficiente de líquidos, puede provocar deshidratación. Las altas temperaturas provocan que el cuerpo pierda sales minerales y líquidos necesarios para su correcto funcionamiento.

Considerando que aproximadamente el 65% de nuestro cuerpo es agua (en los bebés, entre el 70 y 80%), la pérdida de líquidos y sales minerales puede provocar síntomas como cefaleas, mareos, agotamiento, somnolencia, náuseas y vómitos, debilidad muscular, calambres y aumento de la temperatura corporal que, a su vez, puede derivar en golpe de calor.

Cualquier persona puede deshidratarse durante una ola de calor o cuando está sometida a altas temperaturas (como, por ejemplo, estar en un entorno laboral caluroso), pero son más propensas las personas mayores (debido a que tienen menos agua en su cuerpo y algunas enfermedades y medicamentos aumentan el riesgo), las embarazadas, las lactantes y los niños.

No siempre existe un indicador temprano confiable de la necesidad de agua del organismo. Muchas personas, en especial los adultos mayores, no sienten sed hasta que están deshidratados; de ahí que sea tan importante que beban agua habitualmente, aunque no sientan la necesidad.

Síntomas de la deshidratación

Los síntomas de deshidratación pueden variar según la edad. En los bebés y niños pequeños suelen ser ojos y mejillas hundidos, fontanela (zona blanda en la parte superior de la cabeza) hundida, llanto sin lágrimas, boca y lengua secas, no orinar durante tres horas, irritabilidad y llanto sin lágrimas; y en los adultos, además de los síntomas que vimos más arriba (cefaleas, mareos, agotamiento, somnolencia, etc.), suelen darse los siguientes: piel seca, orina oscura u orinar poca cantidad, sudor escaso, mucha sed y confusión mental. Si a estos síntomas se añaden diarrea, vómitos y sangre en las heces, hay que acudir con urgencia al médico, ya que son signos de un trastorno severo.

Prevención de la deshidratación

  • Hidratación: Bebe mucha agua y líquidos sin esperar a tener sed (especialmente si tienes una edad avanzada y/o tomas una medicación crónica), como zumos, jugos de verduras y hortalizas y alguna bebida isotónica (sin azúcar). Evita los refrescos (contienen mucha azúcar) y el alcohol (ya que deshidrata).
  • ¿Bebidas frías o calientes? En contra de lo que se cree popularmente, las bebidas calientes son buenas en verano, ya que reducen la temperatura corporal. Anthony Bain, investigador de la Universidad de British Columbia, declaró a la revista Science Us: «Al tomar una bebida caliente, los termosensores ubicados en el estómago se activan y mandan una señal al hipotálamo de que estamos calientes. Este reacciona al iniciar el proceso de transpiración para compensarlo. Entonces, cuando el sudor se evapora de nuestra piel, la energía que perdemos por la evaporación excede a la energía ganada por tomar una bebida caliente. En otras palabras, terminamos refrescándonos porque nuestro cuerpo sobre reaccionó a una bebida caliente». Es decir, cuando tomamos bebidas calientes como un té, aumenta nuestra temperatura corporal al principio, pero luego se regula a través del sudor, que nos mantiene frescos. Ese es el motivo por el que en países muy calurosos, sus habitantes las toman (piensa en el famosos té con hierbabuena, típico de los marroquís). Ahora bien, es necesario que estés en un ambiente que permita que el sudor se evapore; por eso, en los ambientes con mucha humedad, es más aconsejable que tomes bebidas a temperatura ambiente.
  • Alimentación: Haz comidas ligeras (especialmente por la noche), en las que predominen las verduras y frutas (ensaladas, verdura a la plancha, gazpachos…). Evita los productos procesados, las grasas, los aperitivos (pipas, aceitunas, patatas fritas), los encurtidos y salazones y, en general, el consumo excesivo de sal. Si te gusta el picante, añádelo en tus comidas, ya que estimula la circulación y aumenta el sudor, reduciendo la temperatura corporal.
  • Hábitos: No realices actividades en el exterior en las horas más calurosas, sobre todo las intensas y las prácticas deportivas. Si no te queda más remedio que permanecer en el exterior, quédate a la sombra, en lugares donde corra el aire. Protégete del sol con un protector solar alto, usa sombrero o gorra y lleva calzado de materiales naturales y transpirables. Tanto si estás en exterior como en interior, sigue también los consejos que daré más adelante sobre cómo protegerte del calor (ropa, casa y coche).

Hipertermia o golpe de calor

Concepto y síntomas

El golpe de calor o hipertermia se produce por un aumento de la temperatura corporal (por encima de los 40°C) debido al exceso de calor ambiental, especialmente en condiciones de humedad o de un esfuerzo físico intenso. Sus síntomas son (además de la fiebre), piel caliente y seca o sudoración excesiva, pulso acelerado, respiración rápida, dolor de cabeza, cambios en el estado mental o comportamiento (mareo, confusión, agitación y balbuceo), desmayos e incluso convulsiones que, de no tratarse a tiempo, pueden derivar en consecuencias más graves como una parada cardiorespiratoria y un fallo multiorgánico.

Aunque el ejercicio físico excesivo con temperaturas muy altas o la radiación solar directa prolongada son factores que aumentan el riesgo de sufrir un golpe de calor, así como días con mucho sol y calor intenso, puede aparecer en días nublados, ambientes sombreados e interiores (espacios cerrados con poca ventilación).

Qué hacer ante un golpe de calor

Si adviertes que estás sufriendo un golpe de calor, díselo inmediatamente (corres el riesgo de desmayarte) a la persona con la que te encuentres o a las que te rodean, por si es necesario que te auxilien o llamen al 112. Si estás sola, llama al 112 y, mientras esperas, ponte a la sombra (en caso de que estés en la calle) o en un lugar fresco dentro de tu casa, aflójate la ropa (o quítatela), moja tu nuca, frente y articulaciones (parte interna de los codos y rodillas) con agua o un paño húmedo, pon los pies en alto para favorecer la circulación y bebe agua.

Si estás con una persona y adviertes que está sufriendo un golpe de calor, llama al 112 y, mientras esperas, túmbala bocarriba, en un sitio fresco, a la sombra y bien ventilado; quítale la ropa que no necesite y aflójale la que le oprime; coloca compresas o toallas de agua fría (no hielo) en su cabeza, cara, cuello, nuca y pecho, y cámbialas cuando se calienten; no la sumerjas en agua helada, ni le des friegas con alcohol, porque pueden agravar su estado. Si la persona está consciente y sin vómitos, dale de beber agua o una bebida isotónica; si se encuentra en parada cardiorespiratoria, inicia maniobras de reanimación cardiopulmonar básicas (RCP).

Prevención de un golpe de calor

Son aplicables los mismos consejos que hemos visto para evitar la deshidratación y los que veremos posteriormente para protegerse del calor.

Edemas o retención de líquidos

Concepto y síntomas

Cuando hace mucho calor, solemos sentir (especialmente las mujeres y las personas mayores) las piernas y tobillos hinchados, así como las manos (por ejemplo, no suelen entrarte los anillos y pulseras), el vientre más voluminoso y pesadez en todo el cuerpo. Es lo que se denomina edema o retención de líquidos que, aunque puede estar provocado por factores como enfermedades cardiacas, hepáticas o renales, cambios en el metabolismo (periodo menstrual, embarazo, menopausia), sobrepeso, sedentarismo y determinados medicamentos), suele aparecer por las altas temperaturas, ya que el calor provoca que los vasos sanguíneos se expandan y el líquido corporal fluya a las extremidades.

Prevención de los edemas

  • Alimentación. Aumenta la ingesta de verduras, frutas, tés depurativos (té rojo y té verde) y diuréticos naturales (piña, alcachofa, apio, piña, limón, perejil, etc.) y reduce el consumo de conservas, platos precocinados, salazones, embutidos, aperitivos y, claro está, el exceso de sal.
  • Hidratación. Es un error creer que la retención de líquidos y los edemas se solucionan bebiendo menos agua; una correcta hidratación permite un buen funcionamiento del riñón y la eliminación de toxinas. Bebe agua, zumos, jugos y caldos y evita el alcohol (favorece la retención de líquidos).
  • Combate el sedentarismo. Da largos paseos por la naturaleza y la orilla de la playa (fuera de las horas de más calor) para activar la circulación; eso sí, no estés de pie mucho rato en el mismo lugar, porque corres el riesgo de que se te hinchen las piernas y los tobillos.
  • Activa la circulación. Date masajes en las piernas (si puedes, ve a un profesional para que te haga un masaje linfático), siéntate con ellas en alto (por ejemplo, colocándote un cojín), ponte una toalla húmeda (o mójate las corvas con agua), date duchas de agua fría, alternando con agua templada y sumerge los pies en agua con un poco de sal.

Hipotensión o bajada de tensión

Concepto y síntomas de la hipotensión

La presión arterial normal suele ser 80 (baja) y 120 (alta). Cuando baja bruscamente o es más baja de lo normal, recibe el nombre de hipotensión. Cuando esto ocurre, llega menos riego sanguíneo (y, por lo tanto, menos oxígeno) al cerebro, corazón y otros órganos vitales, provocando los siguientes síntomas: visión borrosa, mareos, vértigos, pitidos o zumbidos en los oídos, confusión mental, sudor brusco, palidez repentina, debilidad, somnolencia, náuseas y, en los casos más graves, pérdida de conocimiento, especialmente peligroso en las personas mayores, ya que pueden fracturarse o lesionarse en la caída.

Las altas temperaturas y los lugares de playa y de altitud al nivel del mar bajan la tensión arterial. Todos podemos sufrir una bajada brusca de tensión en estos lugares, aunque los grupos que corren más riesgo son las embarazadas, las personas mayores, las que toman determinada medicación y las que sufren enfermedades como diabetes y trastornos de corazón.

Cómo actuar ante una bajada de tensión

Si sientes varios de los síntomas de una hipotensión, actúa como en el caso del golpe de calor: avisa a los que estén cerca de ti, acuéstate en un lugar a la sombra, fresco y ventilado, con las piernas en alto, y bebe agua, café, una bebida isotónica o, en su defecto, algo dulce.

Cómo prevenir una bajada de tensión

La mejor forma de prevenir la hipotensión es evitar los lugares calurosos (tanto en interior como en exterior), exponerse al sol directo en las horas de más calor, mantenerse bien hidratada y no consumir alcohol.

Cómo protegernos del calor extremo con la ropa

  • ¿Ropa oscura o clara? Suele pensarse que la ropa blanca nos protege mejor del sol y del calor, pero un estudio llevado a cabo en los 80 y publicado por la revista Nature desmiente esta teoría. Los investigadores analizaron por qué los beduinos (árabes nómadas del desierto) llevan ropa de colores oscuros (azul y negro) y descubrieron que es más efectiva contra el calor. A pesar de que la ropa negra absorbe 2.5 veces más radiación solar que la blanca, cuando el calor exterior es superior al corporal (más de 36/37 grados), la ropa oscura permite una mejor refrigeración siempre y cuando sea holgada. Ahora bien, si no hay viento y usamos una camiseta ajustada, lo mejor es que sea de color blanco, para que rebote el calor. ¿Entonces? Lo ideal es usar ropa de tejidos naturales (lino, algodón), holgada y de colores oscuros.
  • Ropa interior. Por otro lado, la ropa suelta de tejidos naturales y transpirables nos protege a las mujeres de sufrir infecciones vaginales, dermatitis y vaginitis a las que somos más propensas en verano. Por ello, también debemos escoger ropa interior de algodón 100%, blanco (sin tintes) y orgánico, porque facilita la absorción adecuada del sudor y flujo, evita el exceso de humedad y permite que la piel respire, evitando la proliferación de bacterias y hongos. Además, es un material hipoalergénico y muy suave, por lo que no provocará alergias, eccemas ni rozaduras.

Cómo protegernos del calor extremo en interiores

  • Mantén un ambiente fresco en casa. Lo ideal sería poder contar con aire acondicionado y mantenerlo entre 23 y 25 grados, pero no siempre es posible, aunque puedes recurrir a pequeños trucos, como poner un recipiente con cubitos de hielo frente a un ventilador y sábanas húmedas en las ventanas (o humedecer las cortinas). Si tu casa es grande, crea un espacio fresco en una habitación y pasa las horas de más calor en ella.
  • Ventila tu hogar en las primeras horas del día; baja las persianas (no del todo) y cierra las cortinas durante las horas más calurosas y vuelve a abrirlas al anochecer, para refrescar el ambiente.
  • Escoge bombillas LED o de bajo consumo, ya que generan menos calor. Usa los electrodomésticos (lavadora, secadora, etc.) en las horas menos calurosas (irradian calor y elevan la temperatura de la casa). Evita en lo posible cocinar con el horno y no hagas guisos en los fogones que lleven mucho tiempo de cocción, es mejor consumir platos fríos como ensaladas o verduras.
  • Friega el suelo de tu casa con agua fría y si tienes balcón, patio, terraza o jardín, riega el suelo al anochecer para refrescar el ambiente.
  • Guarda tus medicinas en un lugar fresco; el calor puede alterar su composición y sus efectos.
  • Mójate con frecuencia la nuca, la parte interna de los brazos y las corvas, refresca tus pies en barreños con agua templada y sal y dúchate con agua tibia. Al igual que las bebidas frías, el agua fría solo te refresca al principio, pues tu cuerpo generará calor para equilibrar la temperatura. Lo mejor es ducharte con agua tibia y evitar los baños muy calientes (favorecen los golpes de calor).
  • Duerme bien. El insomnio es uno de los trastornos más habituales por el calor. Dormir poco y mal provoca, a su vez, agotamiento, irritabilidad y mareos. Para combatir el insomnio, date una ducha templada antes de acostarte e intenta dormir a ras del suelo, ya que cuanto más denso es el aire, más se eleva. Lo ideal sería sobre un futón (o en tu colchón, en el suelo), con sábanas de tejidos frescos como el algodón.

Cómo protegernos del calor extremo en el coche

  • El interior de un coche, incluso aunque esté a la sombra, puede alcanzar en verano los 52 grados en apenas unos minutos; por ello, jamás permanezcas en el interior con las ventanillas bajadas ni consientas que nadie lo esté.
  • Abre todas las puertas y deja que se ventile unos minutos antes de sentarte; el aire del interior estará repleto de sustancias tóxicas. Cuando vayas a conducir, evita en todo momento que la temperatura del interior sea superior a 30 grados, ya que aumenta la capacidad de reacción casi en un 25% y un 20% el riesgo de cometer errores, porque provoca fatiga, somnolencia, deshidratación (con todos los síntomas que vimos antes), calambres musculares, hipotensión y agresividad al volante.
  • Cuando se haya ventilado bien, pon el aire acondicionado a una temperatura unos 10 grados inferior a la del exterior y cuando adviertas que ha descendido, ponlo entre 23 y 25 grados.
  • Recuerda beber agua y bebidas isotónicas, parar cada 2-3 horas en los viajes largos (y cuando adviertas que estás cansada, rígida o somnolienta) y llevar ropa holgada, de tejidos naturales y transpirables.

Cuida de las personas más frágiles de tu entorno

Las personas mayores son más propensas a la deshidratación y a los golpes de calor, porque a medida que envejecemos, perdemos la sensación de sed y no bebemos el agua suficiente. Por otro lado, es habitual que las personas mayores no pidan agua o que no les guste tomarla. Por ello, debes tener especial cuidado de que se hidraten tanto con agua como con sustitutos como helados, zumos, caldos, frutas, gazpachos, etc., que se duchen varias veces al día para regular su temperatura corporal y que sigan los consejos generales que hemos visto en los epígrafes anteriores. Si no vives con ellos, mantenlos controlados al menos dos veces al día; por desgracia, cada año mueren muchas personas mayores en su domicilio por golpes de calor.

También deberás estar muy pendiente de las personas con facultades mentales disminuidas o incapaces de adoptar medidas protectoras sin ayuda, así como de los niños (especialmente de los menores de cuatro años). Si tienes un bebé, en este artículo encontrarás una breve guía sobre cómo protegerlo de las quemaduras solares, bacterias, golpes de calor, insectos y medusas. Por otro lado, si ya has pasado la menopausia, en este artículo encontrarás consejos para sobrellevar mejor el verano.

Protege a tus mascotas

Todos los veranos mueren miles de mascotas por deshidratación o golpes de calor debido a la desidia o desinformación de sus dueños. Es de vital importancia entender que tanto los perros como los gatos son muy sensibles a las altas temperaturas y que un golpe de calor puede producirles la muerte en apenas 15 minutos y, en caso de actuar a tiempo, secuelas permanentes como problemas renales, neurológicos, vasculares, hepáticos y cardíacos.

Aunque cualquier animal puede sufrir estos efectos devastadores, son especialmente delicados los pájaros, los cachorros, los animales de edad avanzada, los que sufren enfermedades respiratorias o cardiacas, los obesos y determinadas razas (como los persas, bulldogs o bóxers).

Los síntomas más comunes de un golpe de calor en animales son un incremento de la respiración por la boca (jadeos), alteración de la salivación, lengua de color azulado, pulso acelerado, agotamiento, dificultad de movimiento, vómitos y fiebre.

Si adviertes que tu mascota tiene síntomas de un golpe de calor, llama a tu veterinario para que te oriente y aplica estas medidas de primeros auxilios de inmediato:

  • Ponla a la sombra en un sitio en el que corra el aire fresco.
  • Mójala con agua tibia (especialmente las almohadillas de las patas, el hocico, la cabeza, el cuello y las axilas), pero nunca con brusquedad; tampoco le des baños con agua fría ni le apliques hielo.
  • Dale un poco de agua del tiempo, despacito. Los veterinarios recomiendan que no sean ni grandes cantidades ni demasiado rápido.
  • Si tu mascota no mejora o muestra signos de shock, llévala enseguida al veterinario.

Para evitar que a tu mascota le cueste la vida un golpe de calor o le produzca secuelas irreversibles, sigue estos consejos:

  • Deja siempre agua limpia y fresca. A veces, los gatos son reacios a beber agua de sus bebederos (sobre todo si están sucios o el agua caliente); para animarlos, usa fuentes especiales para gatos.
  • Déjalos en una zona de tu casa amplia, bien ventilada y con sombra, asegurándote de que puedan moverse y de que en ningún momento del día les dé el sol directo. Si es en el exterior, evita que esté en suelo de cemento, ya que retiene muchísimo calor.
  • Dales de comer en horas de poco calor; una digestión pesada favorece la subida de temperatura interior.
  • Si es un perro, sácalo a pasear a primera y última hora de la mañana, evitando las más calurosas (entre las 12 y las 17). NUNCA les obligues a correr contigo o hacer ejercicio cuando hace mucho calor; es una de las causas más habituales de muerte de perros en verano.
  • NUNCA dejes a tu mascota dentro del coche, ni siquiera con las ventanillas medio bajadas ni a la sombra. En verano el interior de un coche puede alcanzar los 50 grados en cuestión de minutos.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) advierte que este verano (incluyendo septiembre) habrá más olas de calor, por lo que el Ministerio de Sanidad mantiene activo el Plan Nacional de actuaciones preventivas frente a los efectos de los excesos de temperatura sobre la salud.

Puedes encontrar toda la información relativa al Plan Nacional, así como información sobre los niveles de riesgo en esta página web del Ministerio de Sanidad.

 

Fuentes

MedlinePlus en español [Internet]. Bethesda (MD): Biblioteca Nacional de Medicina (EE. UU.) Deshidratación. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/dehydration.html

MedlinePlus en español [Internet]. Bethesda (MD): Biblioteca Nacional de Medicina (EE. UU.) Hinchazón de tobillos, pies y piernas. Última revisión 4/24/2021. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/003104.htm

MedlinePlus en español [Internet]. Bethesda (MD): Biblioteca Nacional de Medicina (EE. UU.) Hipotensión. Última revisión 1/16/2021. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/007278.htm

Golpe de calor: primeros auxilios. Mayo Clinic.

Sanidad recuerda las medidas de prevención ante el episodio de altas temperaturas. La Moncloa.

Cuidado con el exceso de calor. Ministerio de Sanidad.

El golpe de calor en perros: qué es, síntomas y factores de riesgo. SURvet.

Golpe de calor en gatos: cómo detectarlo y tratarlo. Zooplus.

Why do Bedouins wear black robes in hot deserts? Nature. 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *