Resfriado, gripe y COVID-19: diferencias, síntomas, tratamiento y prevención

Salud femenina | | Brenda B. Lennox

La gripe y el resfriado común (constipado o catarro) son las dos infecciones víricas más habituales en invierno, debido al frío, el viento y los cambios bruscos de temperatura típicos de la estación invernal, sumados a otros factores como el estrés, el tabaquismo o un sistema inmunitario debilitado. Pero que sean comunes no implica que debamos bajar la guardia, porque una medicación incorrecta o una mala curación pueden agravar los síntomas y evolucionar a trastornos más graves como una neumonía.

Además, muchos síntomas de la gripe son similares a los del resfriado común y a los del COVID-19, por lo que es importante que aprendas a distinguir las diferencias, ya que el tratamiento de cada infección y los riesgos en caso de esta avance son distintos.

Por ello, en este artículo veremos los síntomas de cada infección y sus diferencias, el tratamiento disponible (medicación y remedios naturales) y todo lo que puedes hacer para prevenir el contagio.

Resfriado, catarro o constipado

El resfriado común, catarro o constipado es una de las infecciones por virus más comunes; de hecho, es muy habitual constiparse varias veces al año, especialmente si eres fumador o tienes las defensas debilitadas. Hay muchos tipos de virus que pueden provocarla, aunque los más comunes son los rinovirus.

También es una de las infecciones más contagiosas, porque se contrae cuando se inhalan las gotitas aéreas que la persona infectada ha expulsado tosiendo o estornudando, al mantener un contacto estrecho con ella (relaciones sexuales, besos) y cuando tocamos superficies contaminadas (como cubiertos, pomos de puerta, mesas, etc.) y luego nos llevamos las manos a los ojos, nariz o boca (el simple contacto con la piel no es fuente de contagio).

Los síntomas más habituales, que se manifiestan aproximadamente a los 2 o 3 días después de contagiarse, son congestión nasal, carraspera y estornudos; aunque también pueden incluir tos, goteo nasal, poco apetito, cansancio, dolor de cabeza y dolores musculares. Es raro que el resfriado provoque fiebre y de tenerla, suele ser baja (de 37.7°C a 38.8°C).

No hay tratamiento para el resfriado, catarro o constipado, aunque sí medicamentos y remedios naturales para sobrellevar los síntomas. Por lo general, la infección desaparece al cabo de una semana, aunque puede presentar complicaciones como otitis o infección de oído, sinusitis, bronquitis y neumonía.

La gripe

La gripe es una infección de nariz, garganta y pulmones causada por el virus de la influenza. También es una de las más comunes y contagiosas, porque se contrae del mismo modo que el constipado: cuando se inhalan las gotitas aéreas que la persona infectada ha expulsado al toser y/o estornudar, al mantener un contacto estrecho con ella (besos, relaciones sexuales), al compartir cosas de uso personal y al llevarnos las manos a los ojos, nariz y boca después de tocar superficies contaminadas (no se contagia a través de la piel).

A diferencia del resfriado, el síntoma principal de la gripe es la fiebre alta, que suele oscilar entre 39°C y 41°C . Suele aparecer a la semana del contagio y venir acompañada de otros síntomas como escalofríos, calor interno, cara sonrojada, dolor en todo el cuerpo (incluyendo la cabeza), agotamiento o falta de energía, náuseas y vómitos. Entre los días 2 y 4 del proceso gripal, aproximadamente, la fiebre, escalofríos y dolor generalizado se atenúan, y aparecen nuevos síntomas como dificultad para respirar (más pronunciada si ya se sufren problemas respiratorios como asma), secreción nasal, tos, estornudos, dolor de garganta y pocas ganas de comer.

Tampoco hay tratamiento, pero sí medicamentos y remedios naturales para sobrellevar los síntomas. Por lo general, la gripe desaparece al cabo de dos semanas (no una, como el catarro), aunque puede complicarse y provocar trastornos graves como neumonía, a enfermos crónicos con un sistema inmunológico debilitado, personas mayores de 65 años, embarazadas y fumadores.

La COVID-19 

La COVID 19 es una enfermedad causada por el nuevo coronavirus conocido como SARS-CoV-2. Los síntomas comunes con la gripe son fiebre, falta de aire o dificultad para respirar, tos, congestión y secreción nasal, dolor en todo el cuerpo (garganta, cabeza y músculos), agotamiento y pérdida de apetito. Sin embargo, hay sutiles diferencias que te ayudarán a distinguirlos de la gripe:

  • Dolor de cabeza. Uno de los primeros síntomas del Ómicron es el dolor de cabeza. Es de moderado a intenso, opresivo y/o punzante, en ambos lados y suele durar más de 3 días. 
  • Fatiga extrema. La fatiga y cansancio físico que se sienten con el Ómicron son extremos.

A estos síntomas se añaden otros característicos de esta cepa de la COVID 19:

    • Taquicardias
    • Disminución del olfato y del gusto.
  • Niebla mental o brain fog. Este síntoma, que afecta más a las mujeres que a los hombres, se caracteriza por dificultad de concentración, atención y comprensión, fallos de memoria, pensamiento más lento, sensación de irrealidad, bajo estado de ánimo y síntomas de ansiedad y depresión.

Esta variante es más contagiosa que las anteriores y, al igual que la gripe, se contrae cuando se inhalan las gotitas aéreas que la persona infectada ha expulsado al hablar, toser y/o estornudar, al mantener un contacto estrecho con ella (besos, relaciones sexuales), al compartir cosas de uso personal y al llevarnos las manos a los ojos, nariz y boca después de tocar superficies contaminadas.

El tiempo entre la exposición al virus de la COVID-19 y el momento en que comienzan los síntomas es, por lo general, de 5 o 6 días, aunque puede variar entre 1 y 14 días; de ahí que se recomiende que, en caso de exposición al virus, nos quedemos en casa y evitemos contacto con otras personas para prevenir el contagio. 

Si tienes síntomas de COVID-19, contacta con tu médico para que te oriente y acude a Urgencias cuando los síntomas incluyan dolor u opresión en el pecho, dificultad para respirar, fiebre alta y/o un dolor de cabeza intenso e inhabilitante. Aunque todos podemos contagiarnos y tener síntomas muy graves, ten especial cuidado si padeces afecciones médicas subyacentes (como hipertensión arterial, problemas cardíacos o pulmonares, diabetes, obesidad o cáncer, incluyendo el de mama), un sistema inmunológico débil y/o tienes más de 60 años.

Tampoco hay tratamiento para la COVID 19, por lo que, de momento, la mejor arma es la prevención y la vacunación: usa mascarilla, mantén una distancia física mínima de un metro con otras personas, evita las aglomeraciones y los espacios cerrados y poco ventilados y lávate las manos con frecuencia (o usa desinfectantes de manos). Por otro lado, en este enlace encontrarás información disponible sobre las vacunas actualizada regularmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Por favor, protégete del contagio y protege a los demás. Aunque la mayoría de las personas que desarrollan síntomas (alrededor del 80%) se recuperan de la COVID-19 sin necesidad de recibir tratamiento hospitalario, alrededor del 15% desarrollan una enfermedad grave y necesitan oxígeno y el 5% llegan a un estado crítico que requiere cuidados intensivos por complicaciones que pueden conducir a la muerte, como la insuficiencia respiratoria, el síndrome de dificultad respiratoria aguda, la septicemia y el choque septicémico, la tromboembolia y/o la insuficiencia multiorgánica, así como lesiones cardíacas, hepáticas y renales.

Tratamiento para la gripe y el resfriado 

Medicamentos

No existe cura ni para la gripe ni para el resfriado, catarro o constipado; es decir, no hay un tratamiento que elimine el virus; solo nuestro sistema inmunológico puede combatirlo y destruirlo. Lo que sí existen son medicamentos (píldoras, gotas, aerosoles, caramelos…) para tratar algunos de los síntomas como la congestión nasal, la mucosidad, la fiebre y el dolor de cabeza:

  • Analgésicos: alivian el dolor (muscular, de garganta, de cabeza…).
  • Antibióticos: son ineficaces contra la gripe y el resfriado, ya que (como su nombre indica) combaten las bacterias, no los virus. Tomarlos es, además de inútil, perjudicial, porque puede crear bacterias resistentes a este tipo de medicamentos.
  • Antihistamínicos de primera generación: reducen la segregación de mucosa en la glándula correspondiente, combatiendo el goteo y la congestión nasal.
  • Antipiréticos: ayudan a bajar la fiebre y reducen sus efectos (dolor generalizado).
  • Antitusivos: reducen la tos seca.
  • Descongestionantes nasales: disminuyen la inflamación de las vías nasales.
  • Expectorantes: aumentan el volumen de las secreciones bronquiales y/o estimulan su expulsión.
  • Mucolíticos: favorecen la fluidificación del moco, permitiendo que se elimine con más facilidad (por lo que también alivian la congestión del pecho). 

Algunos de estos medicamentos son de venta libre, pero pueden presentar contraindicaciones y efectos secundarios. Infórmate bien antes de tomarlos y, si tienes dudas, consulta con tu médico.

Si estás embarazada, no debes automedicarte BAJO NINGÚN CONCEPTO. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no tomar medicamentos durante el embarazo salvo que sea indispensable, que estos sean prescritos por un médico y que sean los que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) clasifica como de bajo o nulo riesgo para el embarazo.

Vacuna antigripal

La OMS recomienda vacunarse contra la gripe por considerar que es la forma más eficaz de prevenir esta enfermedad. La vacunación antigripal es protectora en los adultos, «incluso cuando los virus circulantes no coinciden exactamente con los virus vacunales». Sin embargo, la vacuna puede ser menos eficaz para prevenir la enfermedad en los ancianos, aunque reduce la gravedad de los síntomas y la incidencia de complicaciones y muertes. 

Según la OMS, la vacunación anual es especialmente importante para las siguientes personas, consideradas en alto riesgo, así como para quienes las atienden o viven con ellas:

  • Embarazadas (en cualquier fase de la gestación).
  • Niños de 6 meses a 5 años.
  • Mayores de 65 años.
  • Enfermos crónicos.
  • Profesionales sanitarios.

Remedios naturales para los síntomas de la gripe y el resfriado

Los siguientes remedios naturales proporcionan alivio a los síntomas de la gripe y el resfriado. A pesar de ello, consulta con tu médico si sufres alguna enfermedad, ya que (dependiendo del remedio) están contraindicados en algunos casos como, por ejemplo, embarazo, diabetes o enfermedades renales.

Lavados nasales

Los lavados nasales con solución salina eliminan el exceso de mucosidad, aliviando la congestión nasal. Puedes comprarla en una farmacia o hacerla tú misma mezclando una cucharadita de sal y un poquito de bicarbonato en dos tazas de agua destilada (NUNCA agua del grifo, puedes contraer una infección grave que llegue a afectar a tu cerebro) hervida previamente. Cuando esté tibia o del tiempo, introduce una pequeña cantidad de solución salina en una fosa nasal esnifando con un inhalador o un rinocornio. Aguanta hasta que el líquido se deslice hacia la otra fosa nasal o la boca y luego, expúlsala por la nariz. Repite el proceso con el otro orificio nasal.

Inhalaciones de vapor

Las inhalaciones de vapor también te ayudarán a despejar la nariz de mucosidad y a eliminar la del pecho, ya que la ablandan. Para que sean efectivas, vierte un tazón de agua hirviendo en un recipiente grande y añádele tres o cuatro gotas de aceite de eucalipto. Cúbrete la cabeza con una toalla, inclínate sobre el recipiente a una distancia prudencial (para no quemarte ni irritarte la piel) e inhala el vapor entre 5 y 10 minutos. Luego, suénate bien la nariz. ADVERTENCIA: si estás embarazada, consulta con tu médico antes de utilizar cualquier remedio herbal; como vimos en este reportaje sobre el peligro de los productos herbales durante el embarazo y lactancia, la gran mayoría de los tratamientos herbales están contraindicados durante la gestación porque pueden causar daños graves al bebé (como malformaciones), adelantar el parto e incluso provocar un aborto.

Gárgaras

Haz gárgaras con agua tibia y sal varias veces al día para expulsar las flemas. También puedes hacerlas con una mezcla de agua tibia y vinagre de manzana, o con una de agua tibia con una cucharadita de cúrcuma.

Aceites esenciales

Los aceites esenciales se elaboran a partir del extracto concentrado de las plantas, llegándose a utilizar kilos de algunas para extraer apenas unos mililitros de aceite esencial, por lo que hay que utilizarlos con especial cuidado. El aceite más utilizado externamente durante la gripe y el catarro es el eucalipto, por sus propiedades expectorantes, antiinflamatorias y antisépticas; de hecho, es el ingrediente principal del famoso Vicks Vaporub que suele aplicarse en el pecho durante la gripe y el catarro. ADVERTENCIA: está contraindicado durante el embarazo (puede provocar náuseas, vómitos, diarreas, sangrados y, además, ser tóxico para el feto) y la lactancia, y si tienes diabetes, una enfermedad renal, intestinal o de hígado. 

Consejos para acelerar la curación y aliviar los síntomas de la gripe y el resfriado

Mantente hidratada

Es vital que te mantengas hidratada durante la gripe o el resfriado, ya que evitará síntomas y reducirá otros. Por un lado, la fiebre y la diarrea que a veces acompañan a las infecciones virales, deshidratan el organismo; por otro, la ingesta de líquidos fluidifica la mucosidad, ayudándonos a expulsarla junto con los virus y toxinas. Además de agua, es recomendable que tomes los siguientes caldos e infusiones; sus propiedades beneficiosas aliviarán los síntomas y acelerarán la recuperación: 

Caldos de verduras

Los caldos de verduras son muy recomendables durante la gripe y el constipado, porque además de proporcionarte hidratación, te ayudarán a sudar y bajar la fiebre, a eliminar toxinas y mucosidad, y a reforzar tu sistema inmunológico (siempre que incluyas verduras con un alto contenido en vitaminas, como el brócoli, el repollo o la col rizada).

En todo caso, añade siempre ajo y cebolla, son antisépticos, antibióticos y antimicóticos (ayudan contra las infecciones), antiinflamatorios (por lo que alivian el dolor), depurativos (potencian la eliminación de toxinas), refuerzan las defensas (al ser antioxidantes), bajan la fiebre (al favorecer la sudoración) y son expectorantes (promueven la expulsión de la mucosidad acumulada en los bronquios).

Infusiones

Las siguientes infusiones, además de mantenerte hidratada, pueden ayudar a tu organismo a eliminar la mucosidad, aliviar la congestión y a combatir el virus:

  • Jengibre. Esta raíz tiene propiedades antihistamínicas, antibacterianas, antivirales y descongestionantes, por lo que ayuda a expulsar la mucosidad y a aliviar la congestión de pecho y garganta. Hierve dos tazas de agua, añade seis pedazos de jengibre fresco y cocina a fuego lento unos 6 minutos. También puedes preparar la infusión añadiendo un cuarto de cucharadita de jengibre en polvo a un vaso de agua hirviendo y hervirlo unos 5 minutos. En ambos casos, cuélalo antes de tomarlo dos veces al día (como máximo). ADVERTENCIA: el jengibre está contraindicado durante el embarazo y la lactancia, si padeces afecciones como úlcera de estómago, colitis ulcerosa o hemofilia, si tienes fiebre y si tomas medicamentos contra la hipertensión, contra la diabetes o anticoagulantes.
  • Cúrcuma. La cúrcuma es una especia muy beneficiosa ya que, además de fortalecer el sistema inmunitario, tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antibacterianas y antisépticas. Puedes tomarla en infusión que prepararás de la siguiente manera: añade a un cazo cuatro tazas de agua y una cucharadita de cúrcuma molida, cuécelo a fuego bajo durante unos diez minutos, déjalo reposar, cuela y toma la infusión con un poco de azúcar o miel. ADVERTENCIA: la cúrcuma está contraindicada en embarazadas (tiene un posible efecto abortivo y neurotóxico), si sufres cólicos biliares (puede aumentarlos) o una enfermedad renal grave. 
  • Tomillo. El tomillo es una planta o hierba aromática con propiedades antitusivas, antiespasmódicas, antiinflamatorias y expectorantes, por lo que relaja y alivia la irritación, calma la tos y favorece la expulsión de mucosidad. Además, contiene vitaminas C y flavonoides, que fortalecen el sistema inmune. ADVERTENCIA. No tomes más de dos tacitas al día, tomarlo en exceso puede provocar nauseas, vómitos, dolor de estómago y mareos. Además, está contraindicado para las personas con problemas de corazón y para las embarazadas (puede provocar un aborto espontáneo y un parto prematuro).
  • Miel y limón. El jarabe natural de miel y limón es uno de los remedios populares más eficaces contra la irritación de la garganta, la tos y la mucosidad del pecho. Exprime un limón y mézclalo con una cucharadita de miel en media taza de agua caliente. ADVERTENCIA: La miel está contraindicada para bebés y niños pequeños (puede provocarles botulismo) y para diabéticos (por su alto contenido en glucosa). 

No bebas alcohol

Las bebidas alcohólicas están contraindicadas durante la gripe y el constipado por varios motivos:

  • Deshidrata. El alcohol inhibe la hormona antidiurética, encargada de retener los líquidos en los riñones; esto provoca un aumento en la producción y expulsión de orina que, a su vez, causa deshidratación.
  • Altera el efecto de los medicamentos. El alcohol reduce la efectividad de los medicamentos y suele presentar efectos secundarios y contraindicaciones si se mezcla con ellos. 
  • Tiene un efecto vasoconstrictor. El alcohol altera la circulación sanguínea, por lo que ralentiza la recuperación y además puede aumentar el dolor de cabeza por la falta de riego sanguíneo.
  • Disminuye las defensas. El alcohol ataca al sistema inmunitario, disminuyendo la capacidad del organismo para vencer infecciones. 

No fumes 

El tabaco es uno de los factores principales de sufrir gripe y resfriados, agrava los síntomas, aumenta el tiempo de curación (aproximadamente tres días de promedio) y eleva el riesgo de sufrir complicaciones como bronquitis y neumonía. No fumes ni permitas que nadie fume cerca de ti y evita los ambientes cargados de tabaco y polución: el humo irrita y deteriora las mucosas de las vías respiratorias y favorece la adhesión y penetración de virus y bacterias.

Controla la temperatura de tu casa

Cuando la calefacción está muy alta (más de 21ºC) o lleva todo el día funcionando, reseca el ambiente y este, la garganta y las fosas nasales, favoreciendo la tos seca y el crecimiento de microorganismos. Por otro lado, la calefacción a una temperatura superior a 18°C por la noche afecta a la producción de melatonina (hormona que interviene en la regulación del sueño), perjudicando el descanso. Lo recomendable es mantener la calefacción a la temperatura recomendada y utilizar humidificadores (o recipientes con agua en cada habitación) para que la humedad sea la adecuada (del 50-70 %).

Por otro lado, evita los cambios bruscos de temperatura. Abrígate cuando salgas de la cama y vayas a otra habitación, no te acerques a las ventanas abiertas y no abras la nevera ni el congelador sin protegerte bien el pecho y la garganta.

Descansa

Dormir menos de siete horas diarias triplica el riesgo de desarrollar una infección por rinovirus, en comparación con los que duermen más de ocho horas. Además, si descansas ayudarás a tu organismo a combatir la infección y recuperarse antes. Si te cuesta dormir por la mucosidad, haz vahos antes de acostarte y pon varias almohadas en tu espalda para que tu pecho quede elevado. Y recuerda: la temperatura de tu habitación debe ser 18°C y la humedad, del 50-70 %.

Protégete y protege del contagio

Hoy por hoy, la mejor herramienta contra la gripe y el constipado (así como frente a la COVID 19) es la prevención. Si quieres evitar contraerlos, así como contagiar a los que te rodean si ya sufres la infección, es imprescindible que sigas estos consejos:

  • Mantén una distancia de seguridad personal (al menos un metro).
  • Usa mascarilla. 
  • Evita un contacto directo con una persona enferma (relaciones sexuales, besos en la boca).
  • Ninguno de estos virus es contagioso a través de la piel, pero sí lo son si después de tocar una superficie contaminada te llevas las manos a la nariz, ojos y boca. Por eso, lávate a menudo las manos (y siempre tras tocar alguna superficie y/o cocinar) o utiliza líquidos desinfectantes para manos.
  • Desinfecta tu casa, limpiando las superficies de contacto común (como pestillos).
  • No compartas objetos de uso personal (toallas, cubirtos, pañuelos, etc.).
  • Cuando tosas o estornudes, cúbrete la boca y nariz con un pañuelo de papel (o, en su defecto, con el brazo) y luego, tíralo.

Consejos básicos para prevenir la gripe y el resfriado

Controla el estrés

Numerosos estudios científicos revelan que hay una relación directa entre el estrés, la ansiedad y las infecciones respiratorias, hasta el punto de cuadriplicar el riesgo de sufrir un resfriado:

  • El estrés y la ansiedad debilitan nuestro sistema inmunitario, que no responde con eficiencia a las agresiones externas. Cuanto mayor es el estrés (ya sea porque sufrimos estrés crónico, ya sea porque estamos viviendo una situación estresante concreta), mayores son las disfunciones en nuestro sistema inmunológico.
  • El estrés y la ansiedad afectan a nuestro sistema nervioso, por lo que percibimos con mayor intensidad los síntomas del catarro o la gripe y nos resulta más complicado enfrentarnos a ellos, hasta el punto de empeorar los síntomas.
  • El estrés y la ansiedad pueden influir en nuestros hábitos y predisponernos a fumar, beber alcohol o comer alimentos perjudiciales para la salud. 
  • Además, a las mujeres nos afecta más el estrés que a los hombres, porque somos más sensibles al cortisol y a la adrenalina, hormonas que se liberan en situaciones estresantes.

Mantén este trastorno a raya: aléjate de lo que te lo provoca, realiza actividades que fomenten tu creatividad, te hagan feliz y te proporcionen equilibrio mental y emocional (como el yoga o el taichí), mantén el contacto con la naturaleza, recurre a la meditación y al control de la respiración en momentos en los que te superen y busca ayuda profesional si piensas que tienes un trastorno que afecte a tu salud mental, como la depresión. 

No lo dejes pasar. El estrés no solo aumenta el riesgo de sufrir gripe y resfriado, también otras infecciones como las urinarias y vaginales, y trastornos que afectan a otros sistemas de nuestro organismo, como el muscular, el cerebrovascular o el reproductivo.

Alimentación

Si quieres mantener tu sistema inmunológico sano y tus defensas altas, estas son las vitaminas y minerales recomendados (y los alimentos que los contienen en mayor cantidad):

  • Ácidos Omega 3: Pescados (salmón salvaje, sardinas, caballa, jurel, anchoas y atún), semillas de chía, lino y calabaza, nueces, soja y sus derivados, aceite de canola y brócoli.
  • Antioxidantes: ajo, alcachofas, canela, chocolate negro, frutos del bosque (arándanos, frambuesas, moras), manzana, patata, semillas de sésamo, lino y chía, uvas rojas y zanahorias.
  • Hierro: Alga espirulina, marisco, semillas de calabaza, soja, mijo, lentejas y chocolate negro.
  • Selenio: Cereales integrales, carnes, pescados
  • Vitamina A: lácteos, huevos, brécol, col rizada o kale.
  • Vitamina B6: pescados (sardina, salmón, atún, bonito, besugo, trucha), nueces, legumbres (lentejas garbanzos, judías blancas), hígado, carnes de aves (pollo y gallina), plátano y aguacate.
  • Vitamina C: Frutas (fresa, kiwi, lima, limón, naranja y mango), verduras de hojas verdes, pimiento rojo, brócoli, coliflor, repollo y tomate.
  • Vitamina E: Aceites vegetales y de semillas, almendras, avellanas, germen de trigo y de maíz, nueces y semillas de girasol.
  • Zinc: Ostras, cangrejo, huevos, carne de cerdo, semillas de calabaza, garbanzos, cacahuetes y chocolate negro.

Protégete del clima

Abrígate para protegerte del frío, el viento y los cambios bruscos de temperatura. Lo ideal es llevar varias prendas, así podrás quitártelas a capas dependiendo de dónde te encuentres (exterior, sitios con la calefacción alta, momentos en los que te dé un sofoco por la menopausia…). No olvides protegerte la cabeza (representa el 10% del cuerpo) y las orejas (para prevenir las otitis o infecciones de oídos)

Deja de fumar

Deja de fumar. Además de afectar a las vías respiratorias, el tabaco aumenta el riesgo de sufrir un ictus (primera causa de muerte femenina), diabetes, hipertensión y cáncer (incluyendo el cáncer de mama), y puede causar graves trastornos en nuestro suelo pélvico (la incontinencia urinaria de esfuerzo y de urgencia o el cáncer de vejiga), problemas menstruales (retraso de la menarquía, reglas irregulares, amenorrea y adelanto de la menopausia) y sexuales (lubricación, sensibilidad del clítoris y respuesta al estímulo erótico), como explicamos en este artículo.

Cuida tu suelo pélvico

Una de las consecuencias más incómodas de la tos y los estornudos causados por la gripe o el resfriado es la incontinencia urinaria o pérdidas de orina. La causa de estas perdidas es la hipotonía del suelo pélvico, es decir, la debilidad de la musculatura del perineo. Si sufres pérdidas de orina al estornudar o toser, la solución temporal es usar protectores (como compresas o salvaslip) y contraer la musculatura pélvica cuando toses o estornudas.

Sin embargo, estas soluciones temporales no abordan el verdadero problema: la debilidad de tu suelo pélvico, que puede ser síntoma de una enfermedad o trastorno grave y causarte otros como la caída o prolapso de los órganos internos, anorgasmia o ausencia de orgasmo, o problemas durante el embarazo o el parto. Por eso, es imprescindible que vayas a un especialista para que encuentre el origen de tu hipotonía y te prescriba el tratamiento adecuado.

Por otro lado, si no sufres este trastorno y quieres prevenirlo, los ejercicios de Kegel son el tratamiento más eficaz para tonificar y fortalecer el suelo pélvico. Si nunca los has hecho, en este artículo encontrarás consejos básicos y en este, los errores más comunes que debes evitar para no causarte hipertonía o excesivo tono muscular. Si eres principiante, el mejor modo de asegurarte de que haces bien los ejercicios de Kegel es utilizar ejercitadores específicos basados en la biorretroalimentación, porque reconocerán el nivel de fuerza de la musculatura de tu perineo y te guiarán en una rutina de ejercicios con el ritmo y la duración adecuados a tu nivel. Si ya conoces los ejercicios de Kegel, las pesas vaginales te ayudarán a fortalecer de manera eficiente tu suelo pélvico, ya que constan de una pequeña bola de silicona de grado médico (hipoalergénica y biocompatible) con un pequeño núcleo interno que vibra con el movimiento.

Finalmente, en este artículo encontrarás información sobre la influencia del invierno en nuestro ciclo menstrual y aparato urogenital, los trastornos más comunes en esta época del año y consejos para evitarlos.

Fuentes:

MedlinePlus en español [Internet]. Bethesda (MD): Biblioteca Nacional de Medicina (EE. UU.) Resfriado común. Última revisión 16/01/2021. Disponible en:

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000678.htm

MedlinePlus en español [Internet]. Bethesda (MD): Biblioteca Nacional de Medicina (EE. UU.)

Gripe. Ultima revisión 13/08/2020. Disponible en:

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000080.htm

Gripe (estacional). Organización Mundial de la Salud (OMS). https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/influenza-(seasonal)

COVID-19 en comparación con la gripe: similitudes y diferencias. Clínica Mayo. https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/coronavirus/in-depth/coronavirus-vs-flu/art-20490339

Brote de enfermedad por el coronavirus (COVID-19). Organización Mundial de la Salud (OMS). https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019

Enfermedad por nuevo coronavirus, COVID-19. Ministerio de Sanidad.

https://www.sanidad.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov/ciudadania.htm

Stress effects on the body. American Psychological Association. https://www.apa.org/topics/stress/body

Cohen S, Doyle WJ, Alper CM, Janicki-Deverts D, Turner RB. Sleep habits and susceptibility to the common cold. Arch Intern Med. 2009 Jan 12;169(1):62-7. doi: 10.1001/archinternmed.2008.505. PMID: 19139325; PMCID: PMC2629403.

La OMS destaca la enorme magnitud de la mortalidad por enfermedades pulmonares relacionadas con el tabaco. Organización Mundial de la Salud (OMS).

https://www.who.int/es/news/item/29-05-2019-who-highlights-huge-scale-of-tobacco-related-lung-disease-deaths

Antitusivos, expectorantes y mucolíticos. Clasificación descriptiva. Esteva Espinosa, Estilita. Elsevier. Vol. 27. Núm. 11. (Diciembre 2008). https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-antitusivos-expectorantes-mucoliticos-clasificacion-descriptiva-13130882

Remedios para el resfriado: Qué funciona, qué no y qué no te hace daño. Mayo Clinic.

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/common-cold/in-depth/cold-remedies/art-20046403

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