Consejos para controlar la incontinencia durante y después del embarazo

Embarazo | | Clara De Santiago

De los diferentes tipos de incontinencia que existen, la incontinencia urinaria por esfuerzo es la causada por cualquier movimiento físico que ejerce gran presión sobre la vejiga. Esto significa que acciones tales como estornudar, reír, toser y algunos tipos de ejercicio causen escapes de orina, por lo general pequeños, que no dejan de ser embarazosos. Es la forma de incontinencia urinaria más común durante y después del embarazo, pero también la más fácil de prevenir y tratar.

En el caso de la incontinencia por esfuerzo, esa falta de control de la vejiga se debe, por lo general, a la debilidad de los músculos del suelo pélvico, que son los músculos responsables de sostener la vejiga, el intestino y el útero, y juegan un papel clave en impulsar al bebé a través del canal de parto. Inevitablemente, el esfuerzo físico del parto puede afectar a la vejiga dañando tanto sus nervios como forzando a esta y a la uretra (el tubo por el que la orina se drena fuera del cuerpo) fuera de su lugar. Estos dos casos pueden dar lugar a incontinencia urinaria posparto.

Sin embargo, durante el embarazo, la vejiga está sujeta a una presión casi constante por parte de un útero cada vez más amplio, sobre todo durante el tercer trimestre. Esto no solo conlleva menos espacio para que el cuerpo almacene orina, sino que también resulta mucho más difícil controlar los espasmos involuntarios de la vejiga causados al estornudar o reír. Los accidentes resultantes pueden ser un problema, y son la última cosa que una mujer necesita durante el embarazo. No obstante, la ayuda en el manejo de este tipo de incontinencia urinaria es muy accesible.

Los ejercicios de Kegel

Una de las estrategias más eficaces en el manejo de la incontinencia durante el embarazo es abordar la causa subyacente y fortalecer los músculos del suelo pélvico con ejercicios de kegel, ¡mejor si es antes de quedarse embarazada! Por supuesto, por muchas razones no siempre es posible, pero también puede ser una gran manera de ayudar a recuperar el control sobre la vejiga después del parto. De hecho, los ejercicios de los músculos pélvicos epónimos del ginecólogo Arnold Kegel fueron desarrollados específicamente para ayudar a las mujeres a mantener el control sobre la vejiga después del parto: centrarse en los músculos que sostienen la vejiga, el intestino y el útero, que ayudan al cuerpo a recuperarse de las lesiones sufridas durante el parto, es ampliamente visto como una primera línea de defensa a la hora de prevenir o controlar la incontinencia urinaria. Practicar los ejercicios de Kegel es un buen hábito: unos músculos del suelo pélvico fuertes no solo ayudan a preparar el cuerpo para el parto, sino que también están vinculados a una mayor sensación durante el sexo. Otra de las ventajas: ¡no necesitas apuntarte al gimnasio!

Gana peso de forma moderada

Ganar peso es otra causa que puede producir presión adicional sobre la vejiga y conducir a incontinencia urinaria durante el embarazo. Es inevitable, y aunque las mujeres sin duda necesitan más calorías en el período de pre-parto, controlar el peso puede ayudar a controlar la incontinencia durante el embarazo. Pregunta a un profesional de la salud qué se considera un peso óptimo durante el embarazo, y recuerda: aunque comer por dos pueda sonar como una propuesta tentadora, no es necesario, y lo que es aún más importante, esos kilos de más pesarán sobre la vejiga.

Trata de evitar el estreñimiento

En relación con lo que comes, evitar el estreñimiento durante el embarazo puede ayudar de manera similar a controlar la incontinencia urinaria. ¿Por qué es así? Debido a que los intestinos llenos pueden ejercer una presión adicional sobre la vejiga, haciendo que las pequeñas fugas sean más probables. El estreñimiento es otro de esos incómodos y muy comunes efectos secundarios del embarazo. Al igual que con la mayoría de los cambios que vas a experimentar en este periodo, la culpa en gran parte la tienen las hormonas, así como el útero ejerciendo una presión cada vez mayor sobre los intestinos y limitando su función.

Trata de incorporar alimentos con alto contenido en fibra en tu dieta, como cereales de grano entero, arroz, legumbres y muchas frutas y verduras frescas. Un poco de ejercicio también puede ayudar a aliviar los síntomas. Para obtener más consejos acerca de cómo controlar el estreñimiento, habla con un profesional médico.

Mantente hidratada y bebe con cabeza

Por mucho que estés sufriendo de incontinencia durante este periodo, no tengas nunca la tentación de reducir los fluidos como una forma de controlar la necesidad de orinar. Por lo general se recomiendan ocho vasos de agua para evitar la deshidratación y las infecciones del tracto urinario, ¡mantenerse sana es una necesidad! No obstante, merece la pena tener en cuenta, que algunas bebidas irritan la vejiga más que otras. Algunos estudios recomiendan eliminar la cafeína por completo, incluso en cantidades pequeñas puede estimular la vejiga, lo que es una razón para evitarla si tienes un problema con la incontinencia urinaria. Del mismo modo, los zumos cítricos como la naranja y el arándano son conocidos irritantes, al igual que las bebidas carbonatadas.

Todos estos consejos pueden ayudar a limitar la posibilidad de incontinencia urinaria durante el embarazo y al menos, ayudar a las mujeres a mantener el control de sus vejigas ya que sus cuerpos se someten a nueve meses de cambios. Pídele consejos a tu médico y recuerda: por muy inconvenientes que sean estas pequeñas fugas, son completamente normales y, desde luego, ¡no estás sola!

 

Por favor ten en cuenta que los consejos ofrecidos por Intimina pueden no ser apropiados para tu caso en particular. Consulta siempre con tu médico si tienes preocupaciones específicas relacionadas con tu salud.

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